Por AFP Agencia |20 de septiembre de 2021, 7:34 AM

El fútbol de Brasil vuelve a la carga en la Copa Libertadores con un binomio de dinero y cantera que le ha permitido solidificar en Sudamérica un dominio ante el que sus rivales aparecen cada vez más lejos del retrovisor.

El retorno de 'cracks' y el inagotable surgimiento de talentos abren las puertas para que el balompié brasileño gane la tercera corona consecutiva en el principal campeonato de clubes de América, tras las alzadas por Flamengo en 2019 y Palmeiras en 2020.

El récord de tres equipos de un mismo país en las 'semis' de Libertadores, un hecho inédito en el formato mata-mata de un torneo que se disputa desde 1960, le garantiza a la tierra de Pelé al menos un representante en la final que se disputará el 27 de noviembre en Montevideo.

El campeón defensor Palmeiras se batirá con Atlético Mineiro el martes en Sao Paulo, mientras que Flamengo recibirá un día después a Barcelona de Ecuador, único retador del imperio de lengua portuguesa.

Las posibilidades de que se repita una final brasileña, como la que enfrentó al Palmeiras y Santos en la Libertadores-2020, planea sobre Sudamérica, que ve cómo se agranda la brecha entre los herederos del 'jogo bonito' y el resto de clubes.

El poder del dinero.

"Estamos creciendo. El fútbol brasileño está evolucionando, grandes jugadores están regresando y el campeonato local cada vez es más disputado", dice el volante de la 'verdeamarela' Lucas Paquetá, del Olympique de Lyon.

Para esta temporada, Brasil repatrió desde Europa a renombrados jugadores como Hulk, el hispano-brasileño Diego Costa, Douglas Costa, Miranda, el brasileño-italiano Éder y David Luiz, fichajes impagables para otras instituciones sudamericanas.

También fueron reclutados hace un par de años futbolistas como Dani Alves, Rafinha y Filipe Luís.

"Los clubes brasileños tienen un potencial de inversión mayor, consiguen jugadores importantes", dijo a la AFP Leonardo Bertozzi, comentarista de ESPN.

El poderío radica principalmente en los ingresos por derechos de televisión, contratos publicitarios y premios suculentos en torneos locales, y una liga más competitiva, coinciden expertos. 

En 2019, por ejemplo, los equipos de primera división de Brasil se embolsillaron USD 253 millones al cambio promedio de ese año en derechos de transmisión frente a 91 millones de sus archirrivales de Argentina, según registros de las prensas locales.

En la pasada década, los elencos brasileños gastaron USD 800 millones en transferencias, el doble que los argentinos, que siguen copando el palmarés de la Libertadores pese a la crisis financiera de su país, según un informe reciente de la FIFA. 

"Los otros clubes sudamericanos no logran competir con los brasileños. Un ejemplo muy ilustrativo es el de Atlético Mineiro al contratar a Ignacio 'Nacho' Fernández, que era uno de los principales jugadores de River Plate (ARG)", agregó Bertozzi.

"Rico en jugadores".

El poderío económico, pese a que buena parte de los elencos tiene deudas millonarias, les permite adquirir jugadores de selección o joyas emergentes de la región, muchas veces revendidas a mayor precio a Europa.

A promesas sustraídas de sus vecinos o a futbolistas de jerarquía -entre los tres semifinalistas tienen a 18 internacionales o con pasado destacado en sus selecciones- se suma el material de la casa. 

Brasil, de 213 millones de habitantes, es el mayor exportador de futbolistas. A mayo de 2021 registraba 1.287 atletas fuera de sus fronteras, según un reporte del Observatorio del Fútbol CIES.

"Históricamente Brasil siempre fue rico en jugadores, estén en Brasil o en Europa", sostuvo el lateral de la 'Seleçao' Alex Sandro, de Juventus (ITA).

Palmeiras sostuvo su título de 2020 en 'meninos' como Gabriel Menino, Danilo o Patrick de Paula. Mineiro tiene al campeón olímpico Guilherme Arana y al volante Nathan, y el 'Mengão' a Pedro.

Cada temporada los clubes del Brasileirao, que ponen el mayor número de participantes en la Libertadores (8 en 2021), cierran millonarias ventas de jugadores al Viejo Continente. 

De los treinta equipos sudamericanos que más vendieron futbolistas en la década anterior, trece son de Brasil, con seis de ellos en el top-10, según la FIFA.

Parte de ese dinero lo reinvierten en sus fuerzas básicas o en nuevos fichajes, y allí comienza el círculo vicioso que aumenta su fortaleza.

"Lo normal es que en los próximos años los clubes brasileños ganen la mayoría de torneos sudamericanos", avisa Bertozzi.


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