9 de agosto de 2023, 18:12 PM

Por Pablo Vargas / @pvargas17/ [email protected] de Revista Level Up @revistalevelup.

En los días de las maravillas de 16 bits, una época en la que los paisajes pixelados tenían tanto encanto como los exuberantes polígonos de los títulos modernos, nos encontramos con este maravilloso escape agrario virtual de finales de los 90, que nos llevaba en un viaje más allá de los gráficos pixelados, a los campos de la narrativa conmovedora.

Y hoy repasamos las claves por las cuales, 27 años después, permanece grabado en la memoria de los jugadores y ocupa un lugar tan especial en los libros de historia de los videojuegos.

Review: ‘Harvest Moon’, el lugar donde todo empezó
Un maravilloso y revolucionario mundo a 16 bits. 

Si bien la consola SNES ya había mostrado impresionantes capacidades gráficas, Harvest Moon logró hacerse un hueco con un estilo visual que era entrañable y atemporal. El pixel art, aunque modesto para los estándares actuales, exudaba una calidez única. Y es que a pesar de lo hermoso que se veía, el título no se trataba solo de la apariencia, sino de la evolución del juego. Harvest Moon fue un pionero en su época y se atrevió a introducir una simulación en tiempo real en la que los jugadores podían vivir la vida de un granjero.

Cada personaje y animal se sentía vivo, y el cambio de estaciones trajo un encanto innegable al mundo del juego. La atención al detalle, evidente en cada píxel, desde el balanceo de los cultivos en el viento hasta la transición gradual del clima, era una sinfonía de píxeles que pintaba un lienzo de campo sereno.

Los campos vibrantes, los pintorescos edificios de la granja y los sprites (microcuadros por segundo) de los personajes, cada uno con su propia personalidad, juntos, crean un entorno que se convierte en algo más que un telón de fondo; es un lienzo sobre el que pintás tus sueños agrícolas. Era un concepto revolucionario que combinaba la simulación de la vida con la estrategia y la gestión del tiempo de una forma que no se había visto antes.

Review: ‘Harvest Moon’, el lugar donde todo empezó
La hermosa y pacífica vida de un granjero.

En el momento en que presionabas el botón de encendido, un paisaje sonoro, relajante y melódico te envolvía. Las suaves melodías del juego, compuestas por Tsuyoshi Tanaka, fueron una combinación perfecta para el ambiente tranquilo. Ya fuera el canto rítmico de los grillos durante el crepúsculo o el sutil zumbido del río que fluye cerca, el diseño de audio complementaba magistralmente la experiencia visual. Esta armonía entre el sonido y las imágenes generó una atmósfera que era tan inmersiva como relajante, haciendo que las horas se deslizaran como granos a través de un reloj de arena, para narrar una historia sencilla, pero emotiva.

El ciclo de juego de Harvest Moon fue más que una fascinante danza de plantar, cultivar y cosechar cultivos, todo mientras cuidabas tu ganado y forjabas relaciones con la gente del pueblo. Heredabas una granja abandonada y, armado con determinación y esfuerzo, te proponías convertirla en un paraíso próspero. Los personajes con los que te encontrabas eran una deliciosa mezcla de personalidades, cada uno con sus propias peculiaridades e historias para compartir.

Desde el amable herrero hasta el enigmático comerciante ambulante, cada interacción se sentía como una pequeña parte de la vida. Sin ahondar en los spoilers, digamos que las sorpresas y los giros inesperados que te ofrece el juego mantienen el viaje intrigante y atractivo.

Era tu granja y la administrabas como querías. Tus días estaban llenos de una deliciosa rutina de plantar semillas, regar cultivos, cuidar animales y expandir gradualmente tu humilde morada. La combinación de estrategia, exploración e, incluso, una pizca de romance hacían que el juego fuera aún atractivo. Es un baile entre la paciencia y el progreso, una sinfonía de arar y cosechar.

Review: ‘Harvest Moon’, el lugar donde todo empezó
Su inconmensurable legado.

Harvest Moon no era solo un juego, fue una revelación. Sembró las semillas de los juegos de simulación de vida que vendrían después, sentando un precedente para títulos como Animal Crossing y Stardew Valley. El concepto de progreso en tiempo real y la fusión de varios elementos de juego se convirtió en la base de muchos éxitos posteriores en los géneros de simulación y agricultura.

27 años después, su legado es un testimonio del encanto perdurable del juego, que sigue siendo amado por los fans y citado como inspiración para los simuladores agrícolas modernos. Sus gráficos pueden parecer modestos para los estándares actuales, pero el impacto que tuvo en los juegos es inconmensurable. Es un recordatorio de que, en medio de la fiebre de los juegos modernos, se puede encontrar un encanto atemporal en los campos virtuales donde se cultivan los sueños.

Calificación final: 9/10.

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