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Espontaneidad, conocimiento e intuición hicieron de las suyas en ¿Quién quiere ser millonario?

Participantes se llevaron en conjunto 9 millones de colones.

10 de abril de 2013, 4:16 AM

Yenzie Zapata

Carlos Soto fue el encargado de abrir la sétima noche de ¿Quién quiere ser millonario.


Soto es estudiante de ingeniería eléctrica y reside en San Pablo de Heredia. A sus 26 años de edad, llegó a la silla caliente con una meta muy clara: demostrar los conocimientos que ha adquirido a lo largo de su vida.


Las primeras preguntas no fueron un obstáculo para él y desde el primer minuto utilizó, de manera jocosa, la frase “definitiva y definitoria”, para concluir sus respuestas.


En la pregunta #5, donde obtuvo la tranquilidad de la primera zona segura, optó por pedir la opinión del público. Las personas presentes en el Estudio Marco Picado le indicaron con mucha seguridad cuál de las opciones dadas no correspondía a una obra de Carlos Luis Fallas.


Carlos utilizó el nuevo comodín de esta temporada en el escalón #8, donde un miembro del público le ayudó con la respuesta; esto le permitió pasar a la próxima trivia.


Sin embargo, en la siguiente pregunta no logró dar con la respuesta, aun cuando acudió a la llamada telefónica. Soto prefirió retirarse con un acumulado de 1 millón 500 mil colones.


A la pregunta 13 no llega cualquiera


Doña Gilda Aburto fue la segunda y última participante de la noche. Esta periodista, de 56 años de edad, se mostró bastante nerviosa desde el inicio.


Sus nervios se agravaron cuando se vio en la urgente necesidad de utilizar un comodín en la segunda pregunta, pues desconocía cuál era el nombre del perro de Heidi, la popular serie televisiva de la década del 80.


Con un apabullante 100%, el público le indicó a la participante la respuesta correcta: Niebla.


Después de ese tropiezo, doña Gilda dio muestras de sus conocimientos y pudo avanzar sin problemas hasta la pregunta #7, donde utilizó el comodín “El público habla”.


Ella continuó su camino hacia los deseados 30 millones de colones y superados los nervios hasta se animó a cantar con Ignacio Santos “El día que me quieras”.


En la pregunta #10, correspondiente a la segunda zona segura, encontró de nuevo un obstáculo. A pesar de afirmar que tenía bastantes conocimientos sobre boxeo, desconocía a cuál reconocido boxeador nacional se le conoció como el “campeón caballero”.


Aburto empleó en esta pregunta dos comodines más, el 50:50 y la llamada telefónica en la que, afortunadamente, su hijo pudo darle la respuesta.


La participante, ya sin comodines, logró avanzar dos escalones más en la última llave de preguntas y decidió retirarse en la trivia #13 con un gran premio de 7 millones 500 mil colones.


Conviértase en nuestro invitado especial el próximo martes a las 8:00 p.m. en ¿Quién quiere ser millonario?, un programa para compartir en familia el conocimiento.