Por José Fernando Araya |11 de junio de 2021, 14:47 PM

¡Arrancó la Euro! Tras un año de atraso por la pandemia al fin comenzó a rodar la pelota en 11 sedes de Europa y que tuvo su inicio en Roma ante un limitado público pero enardecido por la emoción de vivir el principal torneo de selecciones del área en un golpeado continente.

Italia, con un dominio exquisito de la pelota, logró una goleada 3-0 ante Turquía gracias a un autogol de Merih Demiral al 53’, otro tanto de Inmobile al 66’ y el cierre de Lorenzo Insigne (79’).

El fútbol ha cambiado y prueba de ello fue el partido entre turcos e italianos.

Los primeros jugaron a ser Italia. Tirados atrás, defendiendo, esperando al rival. Mientras que Italia jugó a otra cosa, menos a Italia.

La Azurra, desde hace dos años, goza de un cambio de jugadores y estructura. Salió con tres adelante, dominó, controló, fuel al frente y gustó, de ahí que ya sumen 28 partidos sin derrota.

Lo que si no cambia la Italia de Mancini es la tradicional técnica adelante. Por ejemplo, cuando más replegado estaban los turcos, más evidente era el trabajo del pequeñito Insigne (1.63 m) quien encontraba espacio entre las torres turcas como un ratoncillo entre gigantes.

Punto alto también el del lateral izquierdo Spinazzola, fiel a la vieja escuela de laterales azurros con profundidad en ataque y casi como un extremo más.

Turquía aguantó el marcador en cero en la primera mitad, más por su portero Cakir y por falta de justicia del VAR que, tras una revisión, decidió que una mano clara en el área era de todo, menos penal.

Italia continuó con su posesión de la pelota y en una acción fatídica para los turcos consiguió el primer tanto en un autogol de Merih Demiral que echaba por la borda todos los planes.

Aquella anotación dolió más que la segunda, pues a como pintaba el partido un gol era despedirse de un resultado positivo.

Los italianos consiguieron el segundo tanto en un rebote del meta turco que aprovechó con sapiencia Ciro Inmobile para poner el 2-0 y recibir el aplauso de una afición a la que está acostumbrado por jugar en la Lazio.

El cierre de la fiesta italiana la terminaría Lorenzo Insigne tras una mala salida del rival que terminó matando el pequeñito goleador para sentenciar la goleada 3-0.

Italia consigue alargar su invicto de más de dos años y 28 juegos (no cae desde octubre del 2018) y suma así su primer paso en su búsqueda de reinventarse tras quedar fuera del Mundial de Rusia.

De momento, la Azurra se muestra sólida y se perfila a estar en la siguiente fase de una Euro que promete muchas emociones.

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