Por AFP Agencia |1 de julio de 2021, 8:10 AM


Lukaku contra Immobile, De Bruyne contra Verratti: el Bélgica-Italia del viernes en Múnich (1 p. m. hora de Costa Rica) no es sólo el duelo estelar de cuartos de la Eurocopa, sino también un choque generacional entre una 'Nazionale' desacomplejada y unos 'Diablos Rojos' hechos para el título a pesar de las importantes lesiones.

En esta Eurocopa marcada por las sorpresas, italianos y belgas son de los pocos supervivientes entre las seleccionas llamadas a llegar lejos al inicio del torneo.

Los italianos llegan al choque después de haber sobrevivido en la prórroga ante Austria (2-1), mientras que los pupilos de Roberto Martínez cosecharon una trabajada victoria ante el vigente campeón Portugal (1-0).

Pero el pase a cuartos se produjo no sin secuelas para ambas selecciones: el equipo de Roberto Mancini acabó el choque exhausto, mientras que los belgas sufrieron las lesiones de Kevin De Bruyne y Eden Hazard.

Hasta las horas previas al pitido inicial en el Allianz Arena, los aficionados de los 'Diablos Rojos' estarán pendientes de los partes médicos de sus dos estrellas, rezando para que puedan estar en condiciones de disputar el partido.

"Será una carrera contrarreloj", avisó Roberto Martínez a comienzos de semana sembrando la duda.

El volante del Manchester City, clave en el esquema ofensivo belga, se recupera de una lesión en una rodilla, mientras que el jugador del Real Madrid es víctima de un problema en los isquiotibiales.

'Cruce de ambiciones'.

Aunque el fondo de armario de Bélgica es profundo -Yannick Carrasco y Dries Mertens podrían sustituirles- Bélgica no es la misma sin sus dos astros escoltando al delantero Romelu Lukaku.

Enfrente, Mancini dispone de un grupo casi al completo, aunque persiste la duda sobre la disponibilidad del defensor Giorgio Chiellini, lesionado en el segundo partido de los italianos, contra Suiza (3-0).

Italia espera aumentar su increíble serie de 31 partidos sin derrota para alcanzar las semifinales de un gran torneo por primera desde la Eurocopa-2012.

Pero la 'Nazionale' conoció las primeras dudas ante los austríacos, y por el momento no se ha enfrentado a un rival potente en esta Eurocopa.

"El error más grande, seguro, sería sin lugar a dudas pensar que ya hemos hecho algo grande", alertó Jorginho, centrocampista defensivo de una Italia entusiasta y rejuvenecida, de la que son exponentes su arquero Gianluigi Donnarumma, su extremo Federico Chiesa y sus centrocampistas Nicolo Barella y Manuel Locatelli.

"Bélgica es un poco el cruce de nuestras ambiciones. Para crecer hay que batir a los adversarios fuertes", afirmaba el antiguo Balón de Oro Fabio Cannavaro en una entrevista a la Gazzetta dello Sport el miércoles.

Una frase que resume a la perfección el reto para los Marco Verratti, Ciro Immobile y compañía, en plena reconstrucción después de su ausencia en el Mundial-2018.

Defensas experimentadas.

Bélgica, por su parte, ve al contrario en esta Eurocopa la ocasión de confirmar la madurez de un grupo que ya estuvo cerca de levantar su primer título de prestigio en el Mundial de Rusia (semifinales) con una generación dorada que ya fue cuartofinalista en la Eurocopa-2016.

Italia es el rival ideal para dar un golpe encima de la mesa y demostrar que Bélgica está en la Eurocopa para ganarla.

Martínez tiene plena confianza en Thorgan Hazard, hermano pequeño de Eden y goleador en octavos, y en Romelu Lukaku, autor de tres goles en fase de grupos.

El técnico español también se apoya en su experimentada defensa, con Thomas Vermaelen (35 años), Toby Alderweireld (32) y Jan Vertonghen (34), quienes cerraron el paso a Cristiano Ronaldo. "Esos tres elevaron la defensa al rango de arte", los felicitó Martínez tras la victoria ante la Seleçao.

Pero Italia tampoco carece de experiencia atrás, con Leonardo Bonucci y Chiellini, aunque este último aún es duda.

Experiencia atrás y entusiasmo arriba: los ingredientes están presentes para un gran partido. Con Wembley en el horizonte...


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