Por Katherine Ortega 10 de septiembre de 2015, 3:52 AM

Las historias son variadas, pero el objetivo del hogar Albernia es uno solo: darle techo a personas de la tercera edad que en su mayoría no tienen quien los cuide o donde vivir.   

Bernardo y Maritza tienen ya 28 años de servir a este centro, a pesar de que llegaron por casualidad cuando una monja se hacía cargo de adultos mayores en condiciones de extrema pobreza.

Ellos, junto con un grupo de personas, fueron de visita un día, sin imaginar que hoy, casi tres décadas después, estarían sumamente involucrados con este proyecto.

De los 28 hombres y mujeres que habitan en este hogar, algunos tienen familia que los visita, pero una gran parte de ellos está ahí víctimas del abandono.