Por Gabriel Pacheco |1 de junio de 2025, 8:10 AM

Han pasado 29 años desde que se promulgó en Costa Rica la Ley 7600,sin embargo, a pesar del marco legal, los obstáculos persisten, no tanto por falta de legislación, sino por la manera en que como sociedad seguimos entendiendo –y aplicando– el concepto de discapacidad.

Para Bilba González Ulate, directora ejecutiva del Consejo Nacional de Personas con Discapacidad (CONAPDIS), el principal desafío no está en construir más rampas o instalar barras de apoyo, sino en cambiar la percepción cultural que reduce la accesibilidad a cuestiones físicas y olvida que las barreras más profundas están en el entorno. 

En esta entrevista, González reflexiona sobre los avances y deudas del país en la materia y hace un llamado urgente a sensibilizar desde la primera infancia para formar ciudadanos empáticos y transformar el trato hacia las personas en situación de discapacidad.

La directora de CONAPDIS insiste en que la verdadera inclusión solo será posible cuando dejemos de ver la discapacidad como un problema individual y empecemos a asumirla como una responsabilidad colectiva.

En 29 años, ¿qué aportes le ha traído a la sociedad costarricense la aplicación de la ley 7600?

Desde el año 1996 y hasta la fecha han transcurrido 29 años de este gigante paso que dio Costa Rica en la promulgación de la Ley de Igualdad de Oportunidades para las Personas con Discapacidad, la conocida Ley 7600.

Y tal vez aquí también apuntillar el fondo o el objetivo sustantivo de esta norma que es el de servir como un instrumento a las personas con discapacidad para que alcancen su máximo desarrollo, su plena participación social, así como el ejercicio de los derechos y deberes establecidos en nuestro sistema jurídico.

Yo creo que ese es el primer trabajo que tenemos que seguir realizando es erradicar ese concepto de luchas.

Las personas en situación de discapacidad hoy por hoy todavía siguen indicando que deben de luchar por sus derechos. Sus derechos han sido ya conferidos por el legislador constitucionalmente, por una convención internacional de la cual ya tenemos muchísimos años de formar parte y esa erradicación de las barreras de entorno, sobre todo de las actitudinales, son las que tenemos que ir trabajando para ir eliminando.

Si ya se alcanzaron los derechos, ¿por qué sigue sintiéndose la necesidad de luchar?

Sencillamente, tengo que decirle que se trata de un espectro de transversalizar el tema de discapacidad en todos los ejes sociales. La discapacidad acá en Costa Rica simplemente se ha visto como nada más vinculado a temas de inclusión, a temas de accesibilidad.

Si usted escucha, la accesibilidad aquí en Costa Rica en muchas ocasiones es sinónimo de una rampa, sinónimo de que si los espacios son lo suficientemente amplios, si hay una barra de soporte, de apoyo... No. Es que la discapacidad es un tema transversalizado y que va más allá de una condición médica.

No es una condición médica, son barreras de entorno y las barreras de entorno no se hacen favorecedoras para nadie, ni para las personas sin discapacidad, ni muchísimo menos para las personas con una situación de discapacidad.

Entonces, claro, que están en una lucha constante porque tienen que procurar hacer ver un requerimiento de entorno que tenemos todas y todos sin excepción, pero que tal vez requiere de un manejo distinto para la población en situación de discapacidad. De ahí es ese concepto de lucha, que no hemos interiorizado de manera transversal el verdadero concepto de la discapacidad.

Entonces, ¿en Costa Rica el concepto de discapacidad aún no está bien entendido?

Correcto, por ejemplo: Cuando usted habla de discapacidad, ¿qué se imagina inmediatamente? La ley 7600 y el emblema que tiene de una persona en una silla de ruedas. Ya desde ahí estamos conceptualizando a un factor absolutamente médico ligado a una condición médica, pero la discapacidad no es la condición médica.

La persona puede tener una situación de movilidad reducida porque ha visto, ha amputado uno de sus miembros en extremidades superiores o inferiores. Pudo haber tenido una discapacidad sobrevenida con un accidente y esa persona haber quedado en estado de ceguera o de baja visión.

También están las personas que perdieron el sentido auditivo o que nacieron de esta manera, pero esa condición de salud, esa condición de salud no es lo que genera la discapacidad.

La discapacidad es el entorno, esas barreras que impiden el acceso que puede, insisto, ser aún mayor para una persona en situación de discapacidad, pero que también le puede impedir el acceso a usted o a mí sin tener ninguna situación de discapacidad. Entonces es eso, conceptualizar la discapacidad, no como una situación médica, discapacitante física.

¿Cuáles son algunas de esas barreras que en este momento?

Pensemos en las barreras de reducción al acceso de a la empleabilidad. Por ejemplo, nosotros en Costa Rica tenemos por ley en el sector público una dinámica de reserva de un 5% de las plazas vacantes que están destinadas para personas en situación de discapacidad.

Pero, número uno, hay que determinar el perfil, qué perfil puede o no tener una persona que va a ingresar a la función pública para el desempeño de sus tareas.

¿Por qué definir un perfil? Si esta persona, por ejemplo, se formó como abogado, se formó como economista, se formó como psicólogo, tiene los mismos derechos y las mismas posibilidades que una persona que no está en situación de discapacidad.

Tenemos, además, que considerar los ajustes razonables.

Entonces las personas dicen, "Ah, no, esto es toda una inversión, esto es todo un trabajo, esta es toda una complejidad”, cuando esos ajustes razonables pueden ser simplemente la facilidad de una amplitud de espacio para desplazamiento, puede ser un dispositivo tecnológico con un software diferente. Es simplemente esa mejora en las condiciones laborales como lo podría tener en su caso o en el mío en un espectro de salud ocupacional.

Tener a un niño en primera infancia o en educación primaria o secundaria, a quien hay que darle un servicio de apoyo con profesionales destacados para la transferencia del conocimiento…  ¿qué dicen? “No, ya es muy complejo, disgregar el grupo, no hay personas en esa formación, tienen que estar todos integrados y eso va a ser más compleja la situación de transferencia del conocimiento.” No, no lo va a ser complejo de ninguna manera.

Es simplemente buscar esos ajustes razonables para darle un entorno, el entorno que tienen derecho todas y todas.

El Estado tiene una obligación de garantizar la igualdad, ¿pero el sector privado también se ha comprometido?

Ambos ejes han hecho un trabajo encomiable.

Por ejemplo, en el Estado: solamente a modo de referencia, el año pasado, en junio del año pasado, se hizo la aprobación del plan de acción de la política nacional de discapacidad 2024-2030.

Ahí fueron 45 instituciones que se comprometieron con acciones estratégicas con 1874 acciones concretamente y se ha destacado una inversión de más de 45 865 millones de colones para trabajar en temas de discapacidad y de desarrollo en temas de accesibilidad.

Tengo que decirle que el sector privado es el principal empleador de personas en situación de discapacidad que han reconocido que ese talento humano viene a reforzar sus filas laborales, que vienen a dinamizar la economía país y además que no constituyen barreras de entorno ni conceptuales, por ejemplo, trabajar en ajustes razonables o en apoyos a estas personas para que puedan verse plenas en el desarrollo de sus derechos.

¿Qué nos falta como sociedad para poder integrar plenamente a las a las personas en situación de discapacidad?

Sensibilización. Sensibilización y conocimiento. Explorar un poco más los términos y los conceptos de la discapacidad. Hoy por hoy todavía las personas siguen utilizando términos peyorativos, por ejemplo “escuelas de enseñanza especial”. Aquí no hay ningún tema de escuela de enseñanza especial.

Hablar de personas discapacitadas. No, no son personas discapacitadas, son personas en situación de discapacidad, es la situación, no es la persona la discapacitada, es el entorno el discapacitante.

Erradicar esas términos peyorativos, por ejemplo, cuando se habla de una persona de baja estatura o de baja talla, utilizar términos que son peyorativos.

Además, hay que abordar a los niños y niñas desde la primera infancia para poder ir formando ciudadanos empáticos. Formar y sensibilizar desde muy temprana edad y los que ya estamos en edades superiores y estamos en este día a día, pues es eso, es proponernos, conocer e identificar, valorar y sobre todo tener un tratamiento de buena relación de inclusión verdadera.

¿Cuál condición de discapacidad tiene más barreras hoy en día?

Las personas que tienen algún tipo de discapacidad cognitiva, intelectual o psicosocial son de las que más barreras de entorno tienen.

Porque recordemos que no son discapacidades tan visibles o situaciones de discapacidad tan visibles, contrario al caso de una persona ciega, una persona de baja visión, una persona que pertenece a la comunidad sorda, una persona con movilidad reducida, que sí puede ser muchísimo más su situación.

Nosotros el año anterior hicimos una campaña fortísima sobre el respeto al carnet de discapacidad en el entendido de que muchísimas instituciones, sobre todo el sector público  cuestionaban el valor de esta de este carnet y sobre todo en personas, por ejemplo, bajo el espectro del autismo, que iban a realizar alguna gestión fuera en un centro médico, en una entidad bancaria y que en razón de esas situaciones de entorno que pueden generar en ellos pues alguna descompensación, venían a cuestionar o a ser poco empáticos o poco receptivos en el abordaje de oportunidades y de, sobre todo, de ajustes razonables en el entorno para la atención a estas personas.

¿Y por qué llegaba a cuestionar el carnet? Se supone que es un documento oficial

El carnet de discapacidad fue un instrumento generado por decreto ejecutivo y que en algún momento se aletargó en su gestión y ese letargo en la gestión junto con una poca campaña de divulgación en el momento de su generación, creo que hizo que perdiera esa fortaleza que tiene como tal.

Aquellas personas que se perciben en una situación de discapacidad tienen pleno derecho de acreditarse con este carnet y obtener todos los beneficios que de él devienen.

Entonces, esa poca publicidad, esa baja información que tenía el sector público y el sector privado del impacto, la importancia, relevancia y trascendencia de este documento de identidad había hecho que no tuviera ese respeto por muchas instituciones.

¿Qué le falta a la ley 7600 para que podamos decir que se aplica a plenitud?

Sin duda alguna, la ley 7600 ya tiene 29 años de existencia. El tema de la discapacidad o de las barreras discapacitantes por entorno tienen que ser constantemente revisables.

Desde el momento de la promulgación de esta ley y hasta el día de hoy, Costa Rica ha avanzado en muchos aspectos. Entonces, sin duda alguna, ella necesita una revisión nuevamente a hoy considerando los avances, las evoluciones que ha tenido Costa Rica en esta materia, transversalizarla.

Ella misma es una ley de carácter especial, pero tiene que estar circunscrita a todo el ordenamiento jurídico, no es una ley aislada y creo que tiene mucho que ver con eso.

Se ha visto como una ley aislada que cuando se da una situación específica, vamos y tratamos de buscar una solución en ella y no, esa ley tiene que estar inserta en toda la política pública este y que permita efectivamente su aplicación en todos los ámbitos en la vida diaria, no en una situación aislada.

¿La ley 7600 lo abarca todo? ¿Hay temas en los que más bien se debería crear una legislación puntual?

Yo le voy a referir tres específicamente. Tenemos que trabajar en fortalecer la legislación en tema educativo. Ese es el primer componente, le decía, ahora tenemos que formar desde la primera infancia en temas de discapacidad. El segundo componente, sin duda alguna, es el que está ligado al acceso a las tecnologías y al desarrollo informático y de nuevas inventivas.

A eso, la inteligencia artificial vendría a sumar muchísimo en el tema de la discapacidad, creo que es algo que tenemos que trabajar fuertemente.

Tercero, el tema de la empleabilidad. Hay que generar una autonomía plena en las personas en situación de discapacidad y erradicar ese concepto de asistencialismo, ese concepto de la dación de recursos o del mantenimiento de las personas, porque así es como se ha visto, como un recurso que transfiere el estado para mantener a las personas.

Estas personas no requieren una manutención, lo que requieren son oportunidades y ciertamente facilitar estas oportunidades para que puedan alcanzar esa plenitud de autonomía personal. 

WhatsAppTeleticacom