Nuevo ministro de Turismo se muestra cauto ante afectación de Ómicron

Gustavo Alvarado asumió el pasado 1° de diciembre el puesto de presidente ejecutivo del Instituto Costarricense de Turismo (ICT) y ministro del sector turístico.

Alvarado tuvo una importante trayectoria en el ICT y trabajó como viceministro de la Presidencia en la administración Chinchilla Miranda (2010-2014).

El nuevo ministro de Turismo tiene una maestría en Ciencias Políticas de la Universidad de Costa Rica (UCR) y otra en Estudios Políticos con énfasis en América Latina de la Universidad Javeriana en Colombia. Además, es estudiante del doctorado en Gestión Pública y Ciencias Empresariales del Instituto Centroamericano de Administración Pública. 

Llega al mandato en medio de una pandemia que ha asestado un duro golpe al turismo, frenándolo por completo durante el pico de los contagios y motivando la implementación de medidas sanitarias, como el código QR, que han generado resistencia en el sector.

¿Cuál ha sido su papel en los últimos años?

Tengo varios años de trabajar en el ICT, son más de doce años de estar acá.  Me ha tocado la responsabilidad de coordinar la Dirección de Gestión Turística, que tiene varios ámbitos a su cargo, desde el tema de la atracción de las líneas aéreas y líneas de cruceros, hasta la parte de la sostenibilidad turística, la parte de gestión de turismo, la parte de contratos turísticos y más reciente, agregamos una empresa más importante y muy retadora, que es todo el tema de la fiscalización y administración del contrato del nuevo Centro de Convenciones de Costa Rica.

¿Cuáles son sus expectativas en el sector?

En esta dinámica tan compleja que hemos vivido en los últimos años con respecto a la pandemia. Lo más importante, creo yo, es enfocarse en mantener esta recuperación gradual del sector turístico, un sector que además ha sido de los más afectados en medio de esta crisis, que ha venido efectivamente recuperándose en forma paulatina en los últimos meses, sobre todo, pero que además hay subsectores de este gran conglomerado turístico a los que aún les falta mucho por avanzar. Y específicamente podríamos hablar de toda la parte del sector de transporte de turistas que ha tenido una recuperación lenta, la parte de los guías de turismo, y mencionar el sector de congresos y convenciones, que también es uno de los que va caminando paso a paso, lento pero seguro, pero no con la misma rapidez, como ocurre en otros subsectores del turismo.

¿Qué espera para los próximos meses? ¿Una recuperación más marcada que la de los últimos meses?

Lo que estamos viendo en el panorama es bastante optimista y positivo. Tradicionalmente, nos embarcamos ahora en uno de los meses más importantes en materia de turismo, lo que llamamos la temporada alta, todo lo que es diciembre, enero, febrero, son meses bastante productivos en el turismo. En medio de esta pandemia, tenemos datos muy alentadores como, por ejemplo, que de enero a octubre de este año, el porcentaje de recuperación ha sido del 40% con respecto al 2019, un dato bastante optimista. A nivel mundial este número destaca porque se mantienen caídas del 70-75%, como fue en 2019 por esta pandemia, así que estimamos cerrar este año aproximadamente entre 1.100.000 turistas y 1.350.000 turistas, los cual es un número importante, no es el número de los 3.000.000 que tuvimos en 2019, pero estamos sin duda alguna en una recuperación por el camino correcto y positivo en materia de turismo.

¿Cuál va a ser la estrategia para atraer el turismo, sobre todo con esta nueva ola por la variante Ómicron?

Esta coyuntura de la pandemia ha sido de mucho de incertidumbre. Con esta nueva variante creo que deberíamos tener un compás de paciencia. Creo que aún no hay datos claros sobre si la variante es más contagiosa, o si genera más consecuencias en la salud; creo que en este momento lo más valioso es la cautela. Sin embargo, no podemos quedarnos de brazos cruzados sin entender que la dinámica de la realidad es esta. Con respecto a lo que planteamos como estrategia, es continuar posicionando el país como un destino bioseguro. Hasta el momento creo que hemos tenido éxito ante los ojos del mundo, al menos así lo han visto nuestros mercados emisores.

Debemos además seguir avanzando y manteniendo la conectividad aérea que ha sido tan importante para la reactivación económica del país durante estos meses. Ahí tenemos un bastión importante para seguir trabajando fuertemente. El sector debe continuar trabajando de la mano con el ICT, para asegurar que efectivamente somos un destino seguro y que cumplimos con la implementación de los protocolos en cada una de las actividades turísticas. Esto será muy importante durante los meses venideros, debemos mostrar que está funcionando la dinámica coherentemente en todos los hoteles, restaurantes, y hasta en las playas. Hay que continuar con esta aplicación de los protocolos y creo que, además, debemos seguir avanzando en consolidar leyes y reglamentos aprobados por la Asamblea Legislativa para el modelo de reactivación económica del sector turístico.

¿Cómo planea defender al sector turismo ante posibles restricciones y cierres por la variante Ómicron?

Estamos en medio de una temporada que pinta bastante positiva. Lo que hay que tratar de mantener es este proceso de reactivación, sobre todo durante estos meses. Yo preferiría trabajar, impulsar y mantener un ritmo de crecimiento sostenido de forma responsable, que incluya medidas de prevención como el uso de la mascarilla, el distanciamiento, el frecuente lavado de manos, el uso del alcohol cuando sea conveniente y la ventilación. Todos conocemos ya estas herramientas y, aunque surjan nuevas variantes, la OMS ha repetido muchas veces que estas medidas son adecuadas para protegernos en mayor medida. 

¿Va a apostar por la atracción del turismo extranjero, o por el turismo nacional?

Hay que apostarle al turismo internacional. Nuestro mercado resulta importante, pero es muy pequeño para toda la oferta turística que tiene el país. Nuestro crecimiento turístico ha ido de la mano con el desarrollo de mercados emisores considerables. Sigue siendo y así lo ha mostrado en los últimos meses el mercado estadounidense, fundamental para el desarrollo turístico del país. Esperamos que en estos meses se reactive de una manera más dinámica el mercado canadiense, que sin duda alguna también ha sido en años anteriores un mercado estratégico. Y esperamos también que paulatinamente el mercado europeo continúe visitándonos como tal. 

¿Cuál es su postura sobre el turismo sostenible?

Trabajaré muchos años con el tema de la sostenibilidad. Es un bastión fundamental en la institución. Además, es un eje transversal de nuestro Plan Nacional de Desarrollo Turístico. Está en el ADN de los funcionarios del ICT y está en el ADN también de muchos de los de los representantes del sector privado. Costa Rica durante muchos años ha logrado posicionar su imagen a través de las bellezas naturales que tenemos y sin duda alguna debe seguir siendo así. En la institución y en el ICT vemos la sostenibilidad como un eje crucial, que va mucho más allá incluso de la parte ambiental y en medio de la pandemia, la parte social. Resulta fundamental tener esa sostenibilidad que marca el turismo en el desarrollo de las comunidades, contratando mano de obra de las mismas comunidades, impulsando el desarrollo económico en las distintas comunidades de nuestro país siempre ha sido, y creo que debiera ser a futuro, uno de los ejes más importantes para continuar avanzando en el desarrollo sostenible de Costa Rica.