Por Luis Jiménez |5 de mayo de 2024, 8:00 AM

Una vendedora de droga, de 36 años,  a quien solo llamaremos 'Maria',  conversó con Teletica.com y narró su historia de vida desde la cárcel de Mujeres Vilma Curling Rivera en Desamparados, San José, donde permanece recluida.

Esta mujer ingresó por primera vez a la cárcel en 2018 luego de ser detenida tras un allamamiento que realizaron en su casa por venta de drogas, donde, además, las autoridades encontraron marihuana, cocaína, crack, metanfetaminas y un arma calibre 38.

A la fecha, todavía está sometida al proceso y asegura que le espera una pena de cárcel de por lo menos 20 años.

María, afirma que muchos jóvenes creen que vender drogas y el pertenecer a una banda criminal es fácil, pero lo único que se consigue con esto es terminar en la cárcel o en una tumba.

¿Por qué está en la cárcel?

“Estoy en la cárcel por venta de drogas, desde el 2018, y fui procesada por narcotráfico. Ahorita estoy esperando la sentencia en firme y me esperan al menos 20 años; toda la pena”.

¿Qué motivo la llevó a vender drogas?

“El motivo de que vendí fue cuando quedé embarazada, estuve con el papá de mi hijo juntada y no tenía dinero para mi hijo, mi pareja siempre fue agresor, nunca me hicieron un té para mi hijo y no teníamos nada, necesitaba plata así que opté por ponerme a vender porque como estaba embarazada no podía trabajar. Ahí empecé y desde que inicié hasta que caí presa pasaron 10 años en que me dedicaba a vender.

“Yo conseguía plata de donde fuera, así que vendía droga porque lo necesitaba”.

¿Era agredida físicamente por su pareja sentimental?

“En el momento que estuve con él no recibí amenazas, el problema era la vida que me daba porque me maltrataba psicológicamente y eso me llevó a optar por otras cosas como vender drogas. Después de que lo dejé, él intentó apuñalarme, así que lo denuncié y se le abrió un proceso por eso”.

¿Además de vender drogas, sabía hacer otra cosa?

“En 2018 estuve tres meses en la cárcel, luego estuve en libertad y me dediqué a vender comida en la casa, también tengo estudios de costurera y me compré una máquina mientras encontraba trabajo, sin embargo, es difícil encontrar trabajo después de vender drogas porque la plata fácil es como una droga, cuesta mucho dejarla y se cree erróneamente que las autoridades no andan detrás de uno.

“Es mentira que uno puede darle lo que necesita a su hijo con solo vender comida, eso es mentira, por eso volví a vender drogas.

“Cuando me allanaron me encontraron marihuana, cocaína, crack, metanfetaminas y un arma calibre 38. El arma la tenía porque tuve un problema con un señor que vive por mi casa y tuve amenazas”.

¿Qué es lo más difícil de estar en la cárcel?

“Lo más difícil de estar en la cárcel es todo, porque estar privada de libertad es no ver a su familia, más que todo a mi hijo, porque siempre estuvo muy apegado a mí.

“Cuando vendí drogas lo tuve en una burbuja para no involucrarlo en las cosas que yo hacía. Cuando me allanaron mi hijo estaba en la casa y no hablé con él en mucho tiempo para que no supiera que estaba en la cárcel.

“Es muy estresante estar en la cárcel sin hacer nada. Aquí no se puede dormir porque le puede pasar algo a uno. Estando en la casa come lo que se le antoje como bistec, chuleta, pizza, pero aquí hay que esperar dos horas para poder comer y si uno llega tarde la comida ya está fría”.

“Es difícil alejarme de mi hijo y no tener ayuda del papá porque cuando uno está privado de libertad no tiene como recibir la pensión alimentaria y además él nunca se ha preocupado por atenderlo o darle algo”.

¿Se pueden hacer amigos en la cárcel?

“En la cárcel sí se pueden hacer amigos; una vez hablé con una señora de 55 años que me ayudaba mucho, era cristiana y hacíamos reuniones”.

¿Ya ha hablado con su hijo sobre toda esta situación por la que está pasando?

“Le voy a explicar a mi hijo qué fue lo que pasó, enseñarle lo que no se tiene que hacer, darle buenos consejos porque no quisiera que pase por lo mismo que yo, porque no es buena vida, dicen que es plata fácil, pero no es así porque tiene sus consecuencias y problemas”.

¿Cuáles consejos le daría a una mamá que cree que vender drogas es la solución?

“Aconsejar a una mamá que se quede con los brazos cruzados mientras su hijo tiene hambre es muy difícil y el consejo que puedo dar es siempre esforzarse: es mejor comer arroz y frijoles afuera que adentro de una cárcel”.

“Mi abuela estuvo presa también por venta de drogas, y ella siempre me dijo que no se le puede dar mal ejemplo a los hijos. Esto es peligroso, uno se da mala fama y nunca nada va a estar a su favor.

“Hay que tener mucho cuidado cuando uno trabaja con las bandas porque lo pueden matar por guerras con otras bandas y aparte de que si no paga también lo matan. Esa vida no es fácil y muchos jóvenes creen que sí lo es”.

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