Por Eric Corrales |19 de junio de 2022, 8:00 AM


En medio de las presas del día a día, es probable que usted haya pasado con su carro por la esquina de La Nissan, en Sabana Oeste, donde, en los semáforos, se posiciona un grupo de jóvenes amputados a hacer series con un balón para ganarse algunas monedas a cambio de su destreza.

Uno de ellos es Esteban Jiménez, mejor conocido como 'Chichi', quien, al igual que la mayoría de estos jóvenes, forma parte de los equipos de fútbol de primera división de la Liga de Amputados de Costa Rica.

Jiménez relató su testimonio de vida a Teletica.com, donde destacó que, “si una persona se propone algo, no hay nada imposible de realizar, porque lo importante es no dejarse caer ni dejarse sentir menos por nadie, así te falte una pierna o un brazo; todo se puede lograr”.

¿Cómo inicia tu historia de lucha?

Yo sufrí un accidente el 9 de julio de 2002, cuando tenía apenas nueve años. Recuerdo que quería ir donde mi papá; él tenía una sala de billares y me gustaba jugar, entonces él lo que hacía era que me montaba en el bus, en la parada, y ya luego me recogía mi mamá.

Pero ese día, como a las 7:30 de la noche, estábamos esperando el bus y un chofer que venía en estado de ebriedad se metió a la parada y a raíz del accidente, los médicos se vieron obligados a amputarme una parte de la pierna.

A los días, me desperté en el hospital y ya no tenía el pie; mi sueño desde niño era ser futbolista y poder llegar a primera división con la Liga Deportiva Alajuelense (LDA). Pero Dios tiene un propósito diferente y, aunque uno no entiende en el momento, con el pasar de los años Dios me ha enseñado el por qué.

Tal vez con las dos piernas no lo hubiera logrado y, hoy por hoy, con una pierna, logré ser futbolista profesional, estuve jugando con la Liga Deportiva Alajuelense de amputados, y actualmente formo parte del Sporting FC.

¿Cómo fue el proceso de recuperación tras el accidente?

Cuando me dieron la noticia fue muy duro, de hecho, cuando yo me desperté, todavía sentía que tenía el pie; no sabía que estaba amputado. Así que, cuando llegó un enfermero y comenzó a hablar conmigo y me dijo que me habían amputado la extremidad, fue un golpe muy duro porque yo pensé que mi sueño se había acabado.

En la vida había ido a un estadio, no lo conocía, tras el accidente, un medio me llevó al estadio de La Liga, ahí pude conocer a los jugadores, ellos me motivaron mucho, aunque en ese tiempo no podía, ellos me decían que sí podía, me daban ese aliento, y uno de niño todo se lo cree y eso me ayudó mucho.

Cuando me dieron mi primera prótesis lo primero que hice fue ir a patear un balón, de hecho, hasta cuando andaba en muletas andaba pateando bola de fiebre en la casa.

¿Ha sufrido bullying por su condición?

Sí, sufrí mucho bullying, pero yo nunca me eché a morir; hace 20 años no era tan común ver a una persona amputada, hoy por hoy hay muchos accidentes, desgraciadamente, y ahora usted ve a muchos amputados en la calle.

Además, antes no existía el fútbol de amputados y era muy difícil, tal vez yo quería ir a jugar bola, pero me decían que no, que usted no va a jugar con nosotros porque le falta un pie, pero yo nunca me dejé sentir menos, aprendí a jugar con la prótesis. Yo puedo correr con ella y así juego, ya cuando ellos vieron que no me tiré a morir, que pobrecito, pues no, no existe el pobrecito, comencé a hacer una vida normal jugando bola, haciendo lo que cualquiera podía hacer.

¿Cómo logró llegar a dominar un balón de la forma en que lo hace?

Como te digo, yo no me eché a morir, cuando tuve la prótesis e intenté correr, vi que sí podía, obviamente no igual; en ese entonces, las prótesis no eran como ahora, hoy ya son mejores, se ajustan más.

Yo creo que ya lo traía en la sangre, tenía dominio, tenía buen pegue, tampoco es que soy un Cristiano ni un Messi, pero ahí uno le hace algo, lo importante es no dejarse caer ni dejarse sentir menos por nadie.

¿Cuándo se animó a hacer series en los semáforos para ganar un dinero extra?

Fue al inicio de la pandemia; el primer año fue muy retador, sin trabajo, sin nada, el primer diciembre fue durísimo. Cuando llego a La Liga, al tiempo llegó un mexicano, excompañero mío, y trajo la idea de pararse en algún semáforo.

Luego, otro amigo, Joshua Santana, se dedicó a semaforear y fue él quien me llevó, yo le dije que no era muy diestro para hacer series, pero me dijo que así se aprende y que tal vez le resulte, entonces fuimos.

¿Te daba vergüenza?

Al principio, sinceramente, sí me daba vergüenza. Pero, la verdad, es mejor hacer la plata humildemente. He cometido errores en mi vida y los he tenido que pagar duro, entonces eso me ha enseñado que la plata se tiene que ganar humildemente, como Dios manda. Cuando empecé sí me dio vergüenza, pero Costa Rica es un país demasiado bueno, las personas son bondadosas y yo agradezco a todos los que se ponen la mano sobre el corazón, lo ven a uno y le ayudan.

Gracias a eso yo puedo pagar el alquiler de mi casa, puedo darle a mi hijo de cinco años sus cositas y con eso salgo adelante, entonces no lo pensé dos veces, ahí fui aprendiendo, cada vez hacía más series y hoy por hoy es mi ingreso extra.

¿Se te ha caído el balón en la calle?

Sí claro, al principio se me caía mucho, me daba vergüenza, pero fui practicando y practicando hasta que ahora he llegado a dominarlo más, no le digo que no se me va el balón, porque sí se me va, pero uno es mañoso y aprende a usar las muletas rápido para sujetarlo.

Gracias a Dios, en el año que llevo haciendo esto, solo me han estallado una bola, también es que Dios lo cuida mucho a uno.

¿Has recibido ofensas o malos tratos?

A como hay gente buena, también hay gente mala, hay gente que le tira el carro a uno, tal vez no me han insultado con palabras, pero sí me han llegado a hacer mala cara, me suben la ventana.

En una ocasión, si no me despabilo, hubiera sufrido mi segundo atropello, porque un carro me pasó muy cerca. Hay personas que tal vez le dan dinero a uno y le dicen: ‘Tome para que se pegue un bombazo’, y eso es lo que la gente no sabe, que uno no lo hace por un vicio, sino que es para salir adelante, pagar casa, comida, recibos. Pero sigo defendiendo que aquí hay más personas buenas que malas.

¿Es cierto que fuiste un niño Teletón?

Sí, en 2013, cuando tenía 10 años. Ellos me escogieron, fue muy chiva, a pesar de estar pequeño y ser muy tímido, fue una experiencia muy bonita, pude motivar a otros niños.

El año pasado, de hecho, volví a estar en la Teletón, me hicieron una entrevista, yo decía que quería ser jugador de primera división; pasaron 18 años y lo logré.

Todo se puede lograr si uno se lo propone. El pobrecito no existe. Cuando uno ve a una persona que le falta un pie, una mano, o está en una silla de ruedas, uno dice ‘uy pobrecito’, pero ese ‘pobrecito’ no existe. Esas personas suelen hacer hasta más que una persona que tiene todas sus extremidades.

¿Qué les dirías a los jóvenes que no saben qué hacer con sus vidas o que están deprimidos?

La vida no es fácil, siempre habrá pruebas y Dios pone sus pruebas más difíciles a sus mejores guerreros. Si uno atraviesa una crisis, es por algo, hay algo detrás de eso, a veces uno no lo entiende y hasta, a veces, la toma contra el mismo Dios, pero no debería ser así.

Yo he pasado situaciones muy duras, pero todo ha sido por algo.

He aprendido que, cuando se pasa por situaciones difíciles, salir a tomar o irse a pegar la fiesta no es la mejor solución, porque más bien el daño se lo hace uno y la verdad, eso no deja nada, solo hay que aferrarse a Dios y pedirle sabiduría y paz.

Recuerden que siempre hay alguien que está pasando una situación peor que la nuestra y esa persona va a desear estar en los zapatos de uno, entonces no hay que echarse a morir.

Además de hacer series en los semáforos, ¿a qué te dedicas?

Yo hago trabajos en gypsum, haciendo paredes, cielorrasos, pintando, repellando, pegando cerámica; es un poco de lo que he aprendido, y cuando me sale algún trabajito, algún camaroncito como dice uno, yo voy y lo hago, pero a veces la situación se pone difícil y me voy a los semáforos, nunca me quedo quieto.

¿Dónde te puede encontrar la gente haciendo series en la calle?

Casi siempre estoy en la esquina de La Sabana, por la Nissan, pero también estoy en Escazú, por la McDonald's y KFC, también, a veces, voy por a Belén, por EPA.

Si alguien desea ayudarte o contratarte, ¿Dónde te puede contactar?

Yo me apunto a cualquier cosa que ocupen, desde arreglar una pared, hasta pintar, repellar, trabajar cerámica, lo que sea, lo haré con mucho gusto: Esteban Jiménez, el Chichi, a su servicio.

Me pueden contactar al número 6463-2504.

Colaboración de Josué Soto de Grupo Informativo JSD

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