Por Luis Jiménez |30 de mayo de 2021, 8:00 AM

El crimen organizado vuelve sus ojos, cada vez con más frecuencia, hacia una de las poblaciones más vulnerables: los jóvenes. Eso enciende las alarmas de las autoridades policiales, quienes buscan detener esta tendencia con trabajo en equipo.

El involucramiento de personas jóvenes en las redes criminales que, a la vez, asumen roles protagónicos dentro de las organizaciones o bandas, hace que la Fiscalía cuente con alianzas interinstitucionales para atender el fenómeno. Por ejemplo, se involucran entidades como el Patronato Nacional de la Infancia (PANI), la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), el Ministerio de Educación Pública, entre otras.

Teletica.com conversó ampliamente con el fiscal Byron Corrales Cruz, especialista en materia penal juvenil y quien trabaja en la Fiscalía Adjunta Penal Juvenil de San José, para conocer un poco más sobre el tema que afecta a todo un país y que, parece, no se detendrá.

¿Como se inician los jóvenes en el mundo criminal?

Al analizar la forma en que las personas menores de edad hoy en día se inician en las actividades criminales desde un sentido amplio, debemos tomar en cuenta el entorno social en que se desenvuelven, las oportunidades con las que han contado a lo largo de su desarrollo como individuos, los límites que les hayan sido impuestos por las figuras de autoridad encargadas de su protección, o bien, las conductas que hayan aprendido de estas y reproducido a lo largo de su vida, las cuales se plantean como naturales.

Influye en gran medida el contacto con figuras negativas en su comunidad, quienes se aprovechan de su inmadurez e impulsividad para inculcarles la idea de que al participar en la actividad criminal van a tener una manera fácil de acceder a oportunidades económicas con las cuales no cuentan en su hogar.

¿Qué buscan las redes criminales en los jóvenes para aceptarlos en su organización?

Concretamente, las organizaciones o agrupaciones criminales, al incorporar a personas menores de edad dentro de sus estructuras, lo que buscan es tener un mayor control sobre el territorio en el cual se desarrolla la actividad, ya que al reclutarlos desde corta edad se crea no solo un vínculo de amistad o empatía con la persona menor de edad, sino de lealtad y confianza y, al ir dándole mayor participación y aceptación dentro de los roles de la agrupación, generan en la persona joven un sentido de empoderamiento y hasta de dependencia; aunado a ello, saben que es una persona que difícilmente vaya a traicionarles, por el contrario, al ser un joven de la comunidad, que se desenvuelve de manera activa en la misma y cuenta con un sentido de pertenencia en ella, les genera hasta un aliciente para que se convierta en un agente multiplicador en el reclutar a otras personas de la misma zona, tomando a lo largo del tiempo un papel protagónico.

¿En el último año ha habido una tendencia de estabilidad o un alza en algunas formas de delitos violentos como homicidio, robo con violencia y violación?

En relación con la participación de personas jóvenes en hechos violentos, se analiza que al encontrarnos en una materia especializada, la forma en que se desarrolla la actividad criminal y la participación de las personas menores de edad en la misma es muy variante y no depende solo de una condición específica. Se podría decir que, al encontrarnos en pandemia, en algunos sectores del país la incidencia de casos ha mermado, sin embargo, en otros lugares ha crecido de manera exponencial, un caso concreto es la situación de Puntarenas, donde recientemente se ha presentado mayor participación de personas menores de edad en hechos violentos; entre ellos delitos contra la vida, concretamente homicidios, lo que puede venir de la mano con las condiciones particulares del lugar, donde las oportunidades para el desarrollo de las personas, desde un plano social, recreativo y hasta laboral se encuentran más limitadas en relación con otras partes del país, lo cual influye de manera negativa y hace que esa curva de participación de las personas jóvenes se incremente.

¿En cuáles zonas del país hay más casos de menores involucrados en redes criminales?

Es importante indicar que no se aplica la Ley de Crimen Organizado en la materia penal juvenil; en segundo término, lo que existe es la instrumentalización de personas menores de edad por algunas agrupaciones delictivas previamente establecidas en algunos sitios del país. El fenómeno delincuencial es variable, hay desplazamiento de las personas y organizaciones en distintos lugares del país, lo que impide delimitar a una zona específica vinculada con la comisión de delitos por parte de personas menores de edad.

Otro aspecto por considerar es que no siempre es posible vincular a una persona menor de edad con una red criminal, aunque existe la sospecha de que integra una.

¿Por qué considera que los menores cada vez se vinculan más con el narcotráfico, sicariato y venta de drogas?

Este fenómeno se da ante la desigualdad social en la que se desarrollan, la falta de figuras de contención a lo interno de su hogar, la falta de límites, oportunidades de estudio y factores positivos que les permitan contar con herramientas suficientes para crear valores y un proyecto de vida alterno al que se presenta en su comunidad, donde, en muchas ocasiones, se torna normal ver la venta de sustancias psicoactivas, o bien, la participación de los demás integrantes dentro de una agrupación delictiva para poder tener un sentido de pertenencia. Esto produce que, cada vez más, las personas menores de edad se vean involucradas en el desarrollo de actividades ilícitas y ligadas a organizaciones criminales, las cuales las instrumentalizan para alcanzar un fin mayor y como parte de su estructura.

¿Qué se puede hacer para que los menores no se liguen con las redes criminales?

Se debe trabajar desde un plano de prevención y educación, es por ello que, al menos desde la Fiscalía Adjunta Penal Juvenil, se plantean estrategias para llegar a las comunidades con mayor problemática, realizando charlas socioeducativas en centros educativos enfocadas en informar a las personas menores de edad de los alcances de la Ley de Justicia Penal Juvenil, su finalidad, principios y las consecuencias que podrían acarrear si participan en actividades ilícitas; también se realiza con personal docente y administrativo, oficiales de la Fuerza Pública e instituciones estatales a fin de que se lleve a cabo el deber legal que como funcionarios mantienen de denunciar la comisión de algún hecho ilícito, esto nos permite dar una respuesta pronta y más efectiva.

¿La edad realmente importa dentro de las redes criminales? ¿Por qué?

La edad es un factor que viene a ser determinante para los grupos o agrupaciones criminales al momento de querer ir, como coloquialmente se dice, “reclutando al joven”, por cuanto, ante menos edad tenga la persona, es más impresionable y se torna más fácil de manipular; también es una condición de vulnerabilidad que es aprovechada para abstraerlo hacia el consumo de sustancias psicoactivas en ocasiones, y así, más adelante, le brindan funciones iniciales como de vigilante o vendedor terminal, creando un lazo de cercanía, lealtad y confianza que se fortalece con el suplirle no solo de las sustancias psicoactivas, sino cubrirle necesidades básicas con las que no cuenta a lo interno de su hogar, como lo es alimentación, vestimenta y hasta acceso a dinero para recreación.

¿Cuáles son los principales factores de riesgo de los menores involucrados?

Como se indicó anteriormente, este fenómeno es muy complejo y multifactorial. Entre los principales factores de riesgo, podemos citar:

1. Desigualdad social en la que se desarrollan, privación socioeconómica.

2. La falta de figuras de contención a lo interno de su hogar.

3. La falta de límites.

4. Carencia o limitaciones en cuanto a oportunidades de estudio y factores positivos que les permitan contar con herramientas suficientes para crear valores y un proyecto de vida alterno.

5. Captación temprana por parte de personas que les ofrecen o suministran sustancias psicoactivas, que les ofrecen regalías a cambio de participar en actividades ilícitas.

6. Deserción escolar, entre otras.

¿Cómo ha repercutido el COVID-19 en el aumento de jóvenes involucrados en las redes criminales?

Ha propiciado que aumente la participación de jóvenes y personas menores de edad, ya que, para nadie es un secreto, las condiciones económicas en las que se desenvuelve la sociedad han tenido un impacto negativo, situación que ocasiona que los jóvenes al tener menos oportunidades de acceder a servicios básicos y ante la falta de una efectiva y real contención familiar, se asocian de manera más frecuente con pares negativos de su propia comunidad, quienes les impulsan a participar en actividades ilícitas a fin de tener un sentido de pertenencia y acceso fácil a recursos económicos, o bien, sustancias psicoactivas.

¿Es común la reincidencia de los jóvenes en las redes criminales? ¿Por qué?

A nivel normativo, en el proceso penal juvenil no podríamos hablar de reincidencia de las personas menores de edad, sí de un crecimiento en la habitualidad en la cual algunas las personas menores de edad participan de manera más activa en las estructuras criminales.

¿Cómo afecta la delincuencia juvenil a la sociedad?

La delincuencia juvenil afecta de manera drástica a la sociedad, ya que al ser personas en formación nos hace ver que, al no brindarles las herramientas necesarias para formar su vida, será la única actividad que muchas de ellas conozcan y, al alcanzar la mayoría de edad, continuarán replicando las conductas ilícitas, lo cual genera más participación en hechos violentos y hasta más inseguridad social.

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