Por José Fernando Araya |2 de enero de 2021, 13:13 PM

Hace nueve meses la tragedia le llegó a su vida en una curva en San Isidro de Sabanilla.

Justo ahí, Jorge Molina tuvo un accidente de tránsito donde perdió su pierna izquierda.

El golpe anímico, la zozobra de cómo sacar adelante el gasto de sus hijos y el alquiler de su casa en Pueblo Nuevo de Alajuela, provocaron que don Jorge se pusiera de pie a pesar de la falta de su pierna y encontrara en la repartición de comida una forma de salir adelante.

“Jorgito”, como le suelen decir otros choferes y amigos de la zona, es hoy un ejemplo de voluntad, superación y sobre todo de trabajo.

La mensajería en su sangre.

Andar en la calle repartiendo ha sido su profesión desde hace nueve años, de ahí que, tras un mes y medio en el hospital, Jorge Molina decidiera con su poco dinero comprarse una moto tipo scooter para ponerse a trabajar.

“Hace nueve meses perdí mi pierna en un accidente de tránsito. Yo venía del sector de Santa Cecilia y acá en San Isidro de Sabanilla ahí en una curva, desgraciadamente me topé con un señor saliendo de una curva y ahí me amputé la pierna.

“Eso fue el 29 de marzo y sigo incapacitado, pero yo pago un cochino seguro de 31.000 colones y no me cubre incapacidades, entonces ¿de qué voy a sobrevivir?, comienza el chofer de una app de repartición de comida.

¿Cómo tomó la decisión de lanzarse a este reto de repartir comida sin una pierna?

“Diay me motivé porque tengo dos hijos. Ellos no están conmigo, pero yo les ayudo a ellos. Mi hija Abigail de 11 años y Derick Mathias de 4 años. Además, pago alquiler y todo esto no podía quedarme de brazos cruzados.

“De mí salió, porque la estaba viendo muy fea. A veces tenía para comer y otras que no, mientras el alquiler de la casa me iba subiendo o iba acumulando meses, entonces uno tiene que hacerlo.

“Saliendo del hospital, donde estuve mes y medio internado, a los tres meses tomé la decisión de comprarme esta “motito” porque no tenía dinero para estar yendo a las atenciones del hospital o las consultas.

“El scooter lo compré con lo poquito que me quedaba y ahí comencé a pulsearla, me acerqué a las oficinas de la empresa repartidora y ahí empecé. Pero todo me salió bien y acá la ando pulseando gracias a Dios”.

¿A ellos no les preocupó su condición o siempre lo apoyaron?

No, para nada. Simplemente me dijeron que si alguien me ayudaría y yo les dije que la señora mía me ayudaría a andar el bolso en algunas ocasiones, pero nada más.

Gracias a Dios no he tenido quejas, todo el mundo me felicita de la central y hasta me dan buenas calificaciones y siempre me dicen que ojalá hubiera gente tan trabajadora como uno. Eso motiva mucho.

¿Qué le dicen los clientes?

“Se sorprenden. Me dicen que tanta gente de vaga en la calle y con sus dos piecitos y están pidiendo y no buscan trabajo. Y el que quiere trabajo, trabaja como sea, vea mi caso.

“Ellos me califican muy bien, que soy muy rápido y todo eso”.

¿Cuáles son los riesgos que sortea todos los días en la calle?

“Hay una cosa que se llama miembro fantasma que cuando usted pierde un miembro uno cree que lo tiene normal y se olvida que lo perdió. Las primeras veces me caía un montón, entonces la costumbre hace que uno sienta que tiene el pie normal y cuando pone el apoyo va a dar al suelo. Muchas veces tiro la moto para no golpearme yo.

“A veces me levantaba como podía o los taxistas siempre me ayudaban o incluso alguien que iba pasando por ahí.

“Pero una vez me pasó en Rosales de Santa Bárbara y no había nada, entonces no vi un hueco y me caí con la moto encima, ese día me costó mucho levantarme solo pues no había nadie cerca y estaba lloviendo.

“Otro de los riesgos son los asaltos, pero es duro y hay que pulsearla. Al principio tuve mucha depresión, pero gracias a Dios me ha ayudado y sigo adelante”.

¿Le ha ido bien en la entrega a domicilio?

Sí, se saca algo. Por lo menos para ponerme al día con el alquiler de la casa. La necesidad tiene cara de perro y uno tiene que hacerlo y trabajo de 11 a. m. hasta las 11 p. m. para poder salir adelante y poder comprarle algo a los chiquitos.

“Mi hija mayor cuando me vio sin pierna se puso a llorar mucho y me da mucha cosa verla porque se pone muy triste”.

¿Qué le dice a la gente que les falta ese impulso suyo para salir a buscar trabajo?

“Diay que la verdad le echen ganas. Así como yo puedo pulsearla teniendo una discapacidad, usted puede pulsearla más teniendo todas sus extremidades sanas.

“Que no se dejen echar para atrás. La verdad es que uno lo hace por necesidad, pero se convierte en un ejemplo, como me lo dicen a mí, porque la platita está en la calle”

¿Y los otros colegas motorizados qué le dicen?

“Son como una familia. Uno se los topa en los restaurantes o la calle y me dicen que algunos tienen hermanos mejor que uno, pero que no se motivan a salir a pulsearla.

“Uno de ellos me tomó un video para mostrárselo a uno de sus hermanos quien perdió un dedo de la mano, pero está en la casa sin hacer nada. La idea es que uno los motive a ellos”.

“Otros me ayudan a llevar las comidas hasta la moto, para que no tenga que lidiar con las muletas dentro del restaurante. La verdad me ayudan mucho, aunque al inicio fue difícil porque tenía que lidiar con las muletas y tal vez ir por algún producto al supermercado y eso costaba mucho”.

¿Qué opina de la oportunidad laboral que han traído las empresas de repartición de comida?

“Esto nos ayuda a un montón de personas que no encontramos trabajo. Ya que el Gobierno no hace la forma de ayudar más a los desempleados.

“Un caso como el mío, difícilmente me den trabajo por mi condición. Yo tal vez ya me hubiera muerto de hambre y estaría durmiendo bajo un puente, qué se yo.

“¿Cuántos no nos ayudamos con este trabajo? Cosa que al Gobierno no le interesa eso, en cambio, para el que está sin trabajo, uno se ayuda mucho con esto. En el caso mío me ha servido un montón, he metido papeles en algunos trabajos y cuando me llaman y les digo que estoy discapacitado me dicen que me van a llamar, entonces yo he pedido ayuda al IMAS y nada, a la CCSS una pensión y aún estoy esperando, así que lo mejor es ponerse las pilas y ponerse a trabajar en esto. Esto es un mensaje para todos que pulseándola uno puede mantenerse a flote”.

¿Qué mensaje les da a todos aquellos que lo admiran por su esfuerzo y ganas de salir adelante

“Que le echen ganas, así como yo puedo pulsearla sin una pierna, ellos le pueden echar ganas y que no se dejen echar para atrás. Si uno puede servir para motivar a la gente a salir adelante, pues que así sea, pero que salgan a pulsearla pese a los momentos difíciles”.