Por Eric Corrales |25 de noviembre de 2018, 6:13 AM

Colaboró el periodista Christian Montero

El fundador de la banda Pink Floyd, Roger Waters, deslumbró el Estadio Nacional la noche del sábado con un concierto espectacular.

Increíble sonido, efectos visuales, luces, pantallas y grandes músicos se unieron en una velada histórica.

Unas 46.000 personas asistieron al llamado concierto del año, entre ellos 4.000 extranjeros que llegaron de El Salvador, Honduras y Panamá, entre otros sitios.

La luna llena y el clima se confabularon para regalar una velada mágica.

Como buenos británicos a las 7 p. m. inició el concierto y minutos después el inglés de 75 años salió a escena, luego sonaron las notas de Speak to me/Breathe, temas que no solo abren el álbum Dark Side of the Moon, sino que también la gira Us + Them, con la cual Waters ha dado la vuelta al mundo.

El músico hizo vibrar hasta las fibras más íntimas a sus seguidores, entre los que había personas de todas las edades.

La propuesta musical y la escénica que incluyó luces láser y una pantalla de 74 metros de ancho, hicieron que el espectáculo de la leyenda del rock quedara en la memoria de fanáticos como el concierto más memorable que se haya visto hasta el momento en el país.

Durante su concierto, Roger Waters destacó que Costa Rica es ejemplo mundial en muchos temas como el hecho de no tener ejército y ser líder en la producción y uso de energía eléctrica con fuentes renovables.

Los niños del Coro Oratorio Don Bosco de Sor María Romero fueron los privilegiados de compartir escenario y cantar junto a Roger Waters la canción Another Brick in the Wall (ver video adjunto), momento que fue sumamente vitoreado por la muchedumbre.

Los 12 pequeños tienen edades que van desde los 10 hasta 13 años, son vecinos de Cartago, Tejarcillos, Barrio México, Tres Ríos, Alajuela, Triángulo de la Solidaridad, La Carpio y la León XIII.

Otro momento cúspide llegó con Pigs, del disco Animals, en donde el cantante inglés ratificó su repudio por las políticas migratorias, racistas y discriminatorias del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, al cierre a la canción en la pantalla gigante apareció la frase: Trump es un cerdo.

El espectáculo finalizó a las 10:20 de la noche. Durante casi tres horas el ex integrante de Pink Floyd repasó los clásicos de esa agrupación y de su carrera como solista.

El presidente de la República, Carlos Alvarado, se reunió con Roger Waters minutos antes del concierto y le entregó una fotografía de don Pepe Figueres de hace 70 años.

Alvarado expresó que la imagen es de cuando don Pepe derribó de un mazazo parte del Cuartel Bellavista, simbolizando la abolición del ejército.

Aunque estaba previsto que llegara el mismo sábado, Waters decidió adelantarse y aterrizó en su jet privado el pasado jueves, llamó a la producción y pidió que lo fueran a recoger al aeropuerto.

Con Waters, Pink Floyd alcanzó el éxito mundial en la década de los 70's; sin embrago, en 1985 dejó la banda debido a diferencias creativas y legales con los otros integrantes.