12 de junio de 2015, 6:01 AM

Polina Gagarina, la aspirante de Rusia en el pasado Eurovisión que se celebró en Austria, es víctima de duros ataques en su país por dos besos en las mejillas que ella le dio a Conchita Wurst, el transformista austriaco que ganó la edición del 2014 del certamen de canto continental. Wurst también fungió como coanfitriona en el concurso.

Medios de prensa internacionales dan cuenta de los dardos lanzados por el político Vitaly Milanov, uno de los más influyentes en Rusia, país cuyo gobierno de Vladimir Putin ha lanzado una cruzada contra la población sexualmente diversa con duras leyes. 

La furia del legislador -que calificó a Gagarina de "traidora"- la provocó una imagen y corto video en Instagram, en el que la aspirante  -que alcanzó el segundo lugar en el certamen celebrado el mes pasado- se toma una foto con Wurst, mejor llamada como la "cantante barbuda", y después se despide de ella con dos besos en las mejillas.

El político no se guardó sus palabras cargadas de odio e intolerancia y espetó: "Gagarina se encontraba besando a un pervertido con barba, vestido con ropa de mujer. ¿Por qué Polina, una mujer casada, besa a otro hombre? ¿Dónde está el fuste de besar a un enfermo mental?"

Añadió: "Sin duda, su propósito era quedar bien con Europa, donde es una condición indispensable para ganar este tipo de concursos meterse en la podredumbre lo más hondo posible, chupándole el cerebro a miles de adolescentes. Ha traicionado a Rusia por un par de alfombras rojas, un par de premios y seguro que alguna cosa más".

Ella, entretanto, pidió respeto para Wurst y recordó que su tema A million voices ensalza el amor y el respeto.