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Parenthood

"Parenthood" refleja la vida de los componentes de una familia media americana, compuesta por los abuelos, una pareja entrada en los 60, sus cuatro hijos, cada uno en posiciones profesionales y sociales muy distintas...

13 de enero de 2014, 8:56 AM

Parenthood

Ron Howard dirigió en 1990 la comedia agridulce "Dulce hogar... A veces", una reflexión sobre la familia en la que salían a relucir los problemas típicos de un clan compuesto por varias generaciones y diferentes estilos y niveles de vida. Basándose en esta premisa, el realizador y el productor Brian Grazer, asiduo colaborador de Howard y uno de los grandes del Hollywood actual, con producciones en su haber como "El código Da Vinci", "American Gánster", "Frost/ Nixon" o l"Robin Hood", lleva el tema de la película de la gran a la pequeña pantalla por medio de la historia de los Braverman, una familia compuesta por tres generaciones -abuelos, padres y nietos- en la que los conflictos y las relaciones entre ellos son los protagonistas de cada episodio.
"Parenthood" refleja la vida de los componentes de una familia media americana, compuesta por los abuelos, una pareja entrada en los 60, sus cuatro hijos, cada uno en posiciones profesionales y sociales muy distintas, y los hijos de estos, de diferentes edades y variadas problemáticas. Las relaciones entre ellos y con sus respectivos entornos marcan los argumentos de los episodios de esta serie con toque de comedia dramática, en la que los sentimientos mandan sobre las acciones.
Al buen resultado final del producto contribuye un elenco con caras muy conocidas tanto del cine como de la televisión. De entrada, "Parenthood" cuenta con los veteranos Craig T. Nelson ("La proposición", "El abogado del diablo", "Fantasmas del Mississippi", "CSI Nueva York") y Bonnie Bedelia ("Presunto inocente", "La jungla de cristal 2"), como los patriarcas de la saga Zeek y Camille Braverman. La serie supone el regreso a la pequeña pantalla de Peter Krause tras su paso por "A dos metros bajo tierra" y "Sexy Money". Aquí da vida Adam, el hijo mayor de los Braverman, hijo, padre, hermano y marido perfecto que ejerce de catalizador de la familia. Padre de una hija adolescente y de un niño más pequeño, deberá hacer frente al drama de que éste último pueda estar afectado por el síndrome de Asperguer. La serie también supone el regreso de Lauren Graham, actriz que se dio a conocer en "Las chicas Gilmore" y que sustituye en "Hijos y padres" a la anunciada Maura Tierney ("Urgencias"), que tuvo que abandonar la serie a causa de una enfermedad. Graham rompe con el papel dulce de la serie anterior para encarnar de nuevo a una madre, pero en esta ocasión más madura, recién divorciada de un rockero y con dos hijos adolescentes a los que les cuesta asimilar su nueva situación. La serie comienza precisamente cuando su personaje y sus hijos llegan para instalarse en casa de los abuelos al haber tenido que dejar la suya tras la separación.
Completan la saga los dos hijos pequeños de los Braverman: Julia, una abogada de éxito, cuyo marido ha decido quedarse en casa para cuidar del bebé de la pareja, a la que da vida la actriz Erika Christensen ("Ley y orden: unidad de víctimas especiales"), y Crosby, el benjamín de la familia, un soltero recalcitrante que en el primer episodio de la serie descubrirá que es padre de un niño de cinco años. El actor Dax Shapard ("Me llamo Earl") da vida al personaje.
Por lo que respecta a la tercera generación, "Parenthood" nos ofrece un abanico de personajes que van de la adolescencia a los primeros años de vida, entre los que destacan sobre todo la hija mayor del personaje de Peter Krause y los de Lauren Graham. Separados por sus evidentes diferencias económicas, la primera, clásica adolescente pija, deberá aceptar entre sus amistades a los segundos, mucho más outsiders en sus comportamientos, aunque más legales de lo que a primera vista pueda parecer.
"Parenthood" huye del estereotipo de familia idílica de otras producciones de Hollywood y promete un enfoque muy realista tanto en argumento como en diálogos. Que en las familias numerosas no todos tienen que llevarse bien es un hecho que esta serie constata sin disimular las envidias y roces que surgen entre sus miembros. La serie destaca la habilidad de los abuelos para poner orden y apaciguar a su prole y evidencia que el resultado de los vástagos de la tercera generación es un fiel reflejo de sus respectivos estilos educativos. En suma, un espejo de vida creíble y extrapolable a cualquier país y sociedad.