16 de noviembre de 2013, 15:24 PM

Dan Robinson, Dr. Leo y Walter Flores abrieron la noche, en un frío y lleno Estadio Nacional.

Era de esperar que frío importara poco cuando la voz de Guerra saltara al escenario.

Las sillas comenzaron a estorbar minutos antes de las ocho cuando Juan Luis apareció frente a los ojos de todos los ticos y no ticos presentes.

"Pedir su mano" levantó a todos de sus asientos, sentarse mientras él canta no tiene relación alguna.

Con todos bailando con una gran energía, poco a poco se llenaron de "Bilirrubina".

"Como yo", "El Niágara en Bicicleta" y "Bachata Rosa" también fueron parte de una noche, que en pareja se disfrutaba mejor.

El baile se apoderó de todos los presentes -hasta de los que a simple vista se notaba que no sabían- para dar un gran espectáculo, bajo un cielo carente de estrellas.

Con algunos problemas de sonido, el señor hizo lo suyo con la noche, la hizo propia y convirtió cada canción en una oportunidad para calentarse.

Juan Luis Guerra se lleva la llave del corazón de todos los ticos.