Exitoso productor Max Martin vuelve a colaborar con Taylor Swift en ‘Showgirl’
La cantante vuelve a sus raíces pop con la ayuda del productor sueco que marcó generaciones con éxitos mundiales.
Para su esperado nuevo álbum The Life of a Showgirl, Taylor Swift se reunió con Max Martin, el productor sueco que revolucionó el pop moderno con una receta que combina tecnología, simplicidad y un instinto para el gancho perfecto.
A primera vista, Martin parece más adecuado para trabajar con bandas de heavy metal que con íconos del pop. De hecho, la carrera de este músico que viste de negro y lleva barba y melena comenzó en el metal y el hard rock.
Nacido en un suburbio de Estocolmo, Karl Martin Sandberg -su nombre real- entró en la escena musical en los años 80 como cantante de la banda It's Alive que se inspiró en Metallica, KISS y Def Leppard.
A inicios de la década de 1990, Martin dio un giro hacia la composición y producción musical, dejando huella con éxitos mundiales para grupos suecos como Ace of Base y Army of Lovers.
Sin salir de Estocolmo, Martin atrajo la atención de los Backstreet Boys. Su trabajo en el exitoso álbum debut homónimo de esa "boy band" (banda juvenil) le abrió las puertas de Estados Unidos.
Su fórmula del éxito dio origen a otros hits del pop en los últimos 30 años, incluyendo Baby One More Time de Britney Spears, Blinding Lights de The Weeknd y Roar de Katy Perry.
El trabajo de Martin se destaca no solo por su forma de moldear el sonido sino también por su composición.
"Eso definitivamente es algo que siempre ha sido un poco más común en el hip-hop, donde muchas veces se elige a un productor porque es muy bueno creando beats", explicó Michael Johnson, profesor en el Berklee College of Music de Boston.
Martin entró por primera vez al "Swiftverse" (el universo de Taylor Swift) en 2011, cuando ella tenía 21 años y buscaba un nuevo sonido para su transición de estrella del género country a princesa del pop.
El resultado fue el éxito We are Never Getting Back Together, que ambos escribieron junto con otras dos canciones del álbum Red de 2012.
Para el disco posterior "1989", Martin coescribió o produjo varios éxitos, incluyendo Shake It Off y Bad Blood.
"Lo que Taylor Swift aprendió de Max Martin fue cómo trabajar con música pop monosilábica... sin que frases realmente largas marquen el ritmo de la canción sino minimizar las palabras para que apoyaran la música", dijo Eric Weisbard, de la Universidad de Alabama.
Éxito tras éxito
Pero este año, la artista volvió a colaborar con Martin y su socio habitual Shellback (Karl Johan Schuster) para capturar lo que ella llamó la "efervescencia" que vive en este momento de su vida.
Swift, ahora con 35 años, atraviesa un gran momento entre su gigantesca gira Eras Tour y su compromiso con la estrella del fútbol americano Travis Kelce.
"Simplemente, surge del momento más contagioso, alegre, salvaje y dramático en el que me he encontrado en mi vida", dijo Swift, hablando en el pódcast New Heights de Kelce, sobre "Showgirl".
El álbum, que saldrá el 3 de octubre, contará con 12 canciones y algunos de ellos serán "temazos", describió Swift, al refirirse a la era de canciones pegajosas como Shake It Off y 22 que produjo con Martin.
El enfoque calculador del productor sueco, de 54 años, no es del gusto de todos. Algunos opinan que genera canciones demasiado pulidas, aunque ha inspirado otros géneros como el K-pop.
"Produce éxito tras éxito con aparentemente poca preocupación por la autenticidad de la música", comentó Stevenson.
"Los productores estadounidenses pueden pensar que una canción de Max Martin es cursi cuando la escuchan por primera vez, pero se encontrarán cantándola cuando no la estén oyendo".
Para Johnson, esa descripción de Martin podría haber sido acertada en sus días con Britney Spears y los Backstreet Boys.
"En los últimos años de hecho ha ganado algunos premios Grammy", dijo el profesor de Berklee. "Creo que ahora la historia es un poco diferente".


