Por Luanna Orjuela Murcia |9 de noviembre de 2023, 11:30 AM

Giorgio Armani, reconocido diseñador de moda y empresario italiano, es, a los 89 años, consciente de su mortalidad; por eso, ha plasmado sus deseos en un testamento, asegurando así el camino para la supervivencia de su legado.

La ausencia de herederos directos ha abierto un capítulo intrigante en el destino de la firma Armani, valorada en $11.200 millones por la revista Forbes.

Según República, el enigma sobre el futuro de Armani se centra en sus tres sobrinas más cercanas: Silvana y Roberta, hijas de su difunto hermano Sergio, y Andrea Camerana, hijo de su hermana Rosanna.

Armani posee el 99.9% del conglomerado empresarial, con un valor y una encomiable facturación de $2.350 millones. El restante 0.1% pertenece a la fundación que lleva su nombre. Sin embargo, recientes rumores sobre el interés de una firma francesa en adquirir la empresa han desatado especulaciones.

El diseñador italiano ha rechazado la idea de vender su empresa a un grupo extranjero, reconociendo que su legado está vinculado a su esencia y visión. Enfatizó que el futuro de Armani deberá reflejar su identidad y valores.

Las últimas voluntades de Armani revelan un detallado plan para el futuro de su empresa, delineando una estructura accionaria que asegure una continuidad afín a su legado. Establece seis categorías de accionistas (de la A a la F) con diferencias en sus derechos de voto, y una rigurosa toma de decisiones en la gestión de la firma.

Los socios A tendrán el 30% del capital; los socios F, el 10% y todos los demás, el 15% cada uno. Pero cada acción A dará derecho a 1,33 votos y cada acción F a 3 votos. Una cuenta rápida demuestra de los A + F, tendrán el 40% del capital, pero lo que es más importante: sumarán el 53% de los votos en las juntas.

Inclusive, para establecer sus salarios, tendrá que aprobarlos "al menos el 51%", de lo contrario, "los directores no recibirán ninguna remuneración", indica el documento publicado por Il Corriere della Sera.

Giorgio Armani, desde los años 80, ha firmado el vestuario de muchas estrellas como Richard Gere, Leonardo DiCaprio, Penélope Cruz y Christian Bale en varias películas y se ha convertido en el diseñador de cabecera de las actrices más famosas del mundo.

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