Por AFP Agencia |13 de febrero de 2022, 20:45 PM

Las megaestrellas Dr. Dre, Snoop Dogg, Eminem, Mary J. Blige y Kendrick Lamar llevaron este domingo los ritmos del hip hop al flamante estadio So-Fi de Los Ángeles en el espectáculo de medio tiempo del Super Bowl, la gran final de la liga de football americano que disputaban los Rams y los Bengals.

Sobre el césped del recinto, inaugurado en 2020 con un presupuesto de más de 5.000 millones de dólares, aparecieron cinco viviendas blancas colocadas sobre un mapa de Los Ángeles iluminado y los coches deportivos estacionados a la puerta, en un mensaje claro de que se trata fundamentalmente de una música urbana y del culto al dinero.

Los raperos se fueron sucediendo acompañados por sus respectivos cuerpos de bailarines en un espectáculo que supo a poco a los 70.000 espectadores que llenaron el estadio, en lo que parece una nueva normalidad tras dos años de pandemia del COVID-19, pese a que tuvieron que presentar certificado de vacunación o test negativo y mascarilla.

Los cinco artistas reunidos han ganado 44 premios Grammy -solo Eminem tiene 15- y han creado 22 álbumes convertidos en el número 1 del Billboard.

Objeto esta semana de una denuncia por un supuesto abuso sexual ocurrido en 2013, solo Snoop Dogg no tiene ningún Grammy pese a haber sido nominado en 17 ocasiones.

El Super Bowl regresó a Los Ángeles por primera vez desde 1993, en el tercer año de colaboración entre la NFL, Pepsi y Roc Nation, la compañía del magnate del hip hop Jay-Z, el marido de Beyoncé, que junto con el productor Jesse Collins produjeron este espectáculo.

La liga reivindica este show para promover la justicia social.

"Es como ver a los dioses regresar al Olimpo", celebraba un usuario de Twitter sobre este miniconcierto de poco más de 10 minutos realizado en el descanso del mayor evento deportivo del año en Estados Unidos.

Dre incluyó a dos raperos sordos, Sean Forbes y Warren "WaWa" Snipe, en su espectáculo, por lo que por primera vez hubo intérpretes de los signos.

Tras años difíciles marcados por la política y la pandemia, la publicidad preparó su retorno a lo grande en este Super Bowl, que incluyó el regreso de grandes marcas y celebridades, que trataba de mostrar que Estados Unidos se levanta.

A una media de 6,5 millones de dólares por medio minuto, según varios medios estadounidenses. la cadena NBC que retransmite la final podría haber recaudado más de 500 millones de dólares.