Entretenimiento

Don Francisco: El adiós de un gigante de la televisión

La última edición del programa de variedades, que se emitió ayer entre las 6 p.m. y las 9 p.m. (hora de Costa Rica), reunió a estrellas como Shakira, Marc Anthony, Juanes y Enrique Iglesias, que despidieron a Don Francisco, interpretado por el chileno Mario Kreutzberger, de 74 años.

Por AFP Agencia |19 de septiembre de 2015, 11:51 AM

Sábado Gigante se emitió este sábado por última vez tras 53 años ininterrumpidos en pantalla, y el presentador chileno Don Francisco se despidió de los millones de telespectadores que lo seguían semanalmente en Estados Unidos y América Latina.

La última edición del programa de variedades reunió a estrellas como Shakira, Marc Anthony, Juanes y Enrique Iglesias, que despedieron a Don Francisco, interpretado por el chileno Mario Kreutzberger, de 74 años.

El programa de tres horas, una verdadera institución de la televisión en español, fue una peculiar mezcla de espacios de humor, música, entrevistas y concursos que ha marcado a varias generaciones de hispanos en Estados Unidos y en América Latina.

Ganador del premio Guinness por mayor longevidad con 2.800 ediciones y más de 20.000 horas de programación, el show popularizó personajes como "La Cuatro" y "El chacal de la trompeta", espacios como "El detector de mentiras" y concursos con mujeres en traje de baño como "Miss Colita", todo grabado ante un público en vivo.

Creado en 1962 en Chile por Kreutzberger, el programa se realiza desde 1986 en los estudios de Univisión, el canal hispano líder de Estados Unidos, ubicados en Miami, Florida (sureste). También llega a la mayor parte de los países latinoamericanos.

Don Francisco "es un ícono del entretenimiento, es una representación del latino en Estados Unidos y en el mundo", dijo a la AFP la venezolana Tamara Fournel, de 44 años, mientras hacía fila el sábado para entrar a los estudios de Univisión.

Pese a que el programa llegó a ocupar el primer lugar de sintonía entre los hispanos en Estados Unidos la noche de los sábados con dos millones de televidentes, fue criticado por los espacios con mujeres en escasa ropa o por chistes tachados de homofóbicos.

Kreutzberger siempre se defendió alegando que su programa ofrecía lo que el público quería ver, a la vez que citaba la necesidad de pelear por el ráting.

El presentador, que en el programa estuvo acompañado por su esposa, sus tres hijos y nueve nietos, ha dicho que sigue bajo contrato en Univisión y que podría estar al frente de nuevos proyectos.