Desde la calle: Hasta la última luna llena del año conectó con Bad Bunny
El Estadio Nacional estaba lleno, abarrotado, no cabía un alma, aunque ojo lo que les cuento: afuera también hubo conciertazo, uno que nadie ve.
Bueno… ¡Cayó la noche! Apareció la última luna llena del año y con ella el artista número uno del momento: Bad Bunny. Desde acá no hay celulares grabando, no está el calor de más de 50.000 almas, no hay pantallas gigantes, tampoco la popular casita, ni siquiera el cantante… pero sí lo más importante: una fidelidad que conecta.
El más escuchado del año salió al escenario a las 7:30 p. m. y había cientos de personas afuera, las de a pie, las que no tenían boleto, pero jamás se perderían a su “Conejo malo” favorito.
El Estadio Nacional estaba lleno, abarrotado, no cabía un alma, aunque ojo lo que les cuento: afuera también hubo conciertazo, uno que nadie ve, entre outfits especiales, maquillaje con brillo, motos detenidas, un compa encima de una parada de bus gritando… mucha gente, fanáticos de verdad que querían pegarse la gritada con Benito.
Aquí afuera con frío lo que funciona es la imaginación. Los seguidores la pasaron bien y, aunque nadie podía ver lo que sucedía adentro, se gritaba. ¿Quién dijo miedo? Aquí también hay concierto. Y de alto nivel.
Pinchos, orejitas de conejo con lucecitas navideñas y mucho ritmo, reggaeton y salsa. Más de uno se puso a bailar, una y otra vez, y otra vez más. A ver… sin ninguna vergüenza: para eso estamos aquí.
Además, se le está haciendo caso a lo que pidió el mismo Bad Bunny en sus primeras palabras en su concierto: “Costa Rica se siente la energía. Segunda ciudad, segundo lugar que visitamos en el tour DeBÍ TiRAR MáS FOToS. Les pido que brinquen, bailen y tiren muchas fotos. Tiren muchos videos y fotos, que se disfruten la noche. Necesito que el party siga”.
Benito lo pidió y el público siguió su palabra de principio a fin. Sin duda, la primera noche del DeBÍ TiRAR MáS FOToS, Bad Bunny se echó hasta la luna llena al bolsillo y también al público que él no vio, pero que tampoco lo vieron.










