Por Mariana Valladares 25 de septiembre de 2025, 11:26 AM

El artista puertorriqueño Bad Bunny finalizó el sábado 20 de setiembre su residencia musical en el Coliseo de Puerto Rico con una función extra, la número 31, que se convirtió en una verdadera celebración. 

El espectáculo, titulado No me quiero ir de aquí: Una más, fue transmitido en plazas, cines y locales de la isla a través de Amazon Music, así como en países como Costa Rica.

De acuerdo con un informe de la firma Gaither International, esta residencia generó un impacto económico estimado en $713 millones, una cifra que duplicó las proyecciones iniciales de $377 millones, lo que marca un récord histórico para la industria de espectáculos en la isla.

No obstante, la seguridad fue un tema delicado. El periodista independiente Jay Fonseca reveló que durante las presentaciones se registró una amenaza de muerte contra Bad Bunny, lo que habría obligado a reforzar las medidas de protección en el Coliseo.

Esta información fue difundida por medios internacionales como TMZ, Milenio y Marca

Fonseca aseguró que “existía una alerta creíble” debido a publicaciones en redes sociales de un individuo que presuntamente portaba armas.

Según el comunicador, el nivel de vigilancia alcanzó estándares extraordinarios, pues incluso se habría contado con la intervención del Servicio Secreto, el FBI y el Departamento de Seguridad Pública de Puerto Rico. La presencia de la jueza de la Corte Suprema de Estados Unidos, Sonia Sotomayor, habría motivado el despliegue adicional.

Tras concluir la histórica serie de conciertos, Bad Bunny confirmó el inicio de su nueva gira mundial Debí tirar más fotos, que comenzará el 21 y 22 de noviembre en República Dominicana y llegará a Costa Rica el próximo 5 y 6 de setiembre. 

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