Bad Bunny encendió el Estadio Nacional subido en una palmera voladora

El cantante puertorriqueño Bad Bunny dio un concierto inolvidable este jueves en el Estadio Nacional. Montado en una palmera voladora, puso a más de 40.000 costarricenses a cantar y bailar sus canciones.

A las 7:45 p. m. las pantallas se encendieron, el público enloqueció, por fin la espera de meses había concluido. A los segundos se pudo divisar al boricua de 28 años sentado en medio escenario, que simulaba estar sentado en la arena de una playa.

Allí, postrado, relajado, empezó a cantar su primer tema de la noche, Moscow Mule, de su último álbum, Un verano sin ti.

“¿Costa Rica quiere perreo?”, fue la primera frase que le dirigió a los ticos.

En la segunda canción, Me porto bonito, hizo estallar al público cuando se empezó a "perrear" a una de las palmeras que estaba en el escenario. 

“La vida es un ratico y hay que disfrutarla esta noche”, dijo antes de interpretar el tema Un ratito.

Benito Antonio Martínez Ocasio, su nombre de pila, le pidió a todos que subieran la mano para disfrutar de Efecto. Tras estas canciones quiso dedicar unas palabras.

"Buenas noches, San José, buenas noches, Costa Rica. Bienvenidos al tour más caliente del mundo entero. Que disfruten, gracias por estar acá. Wow, no sabía que había tanta gente acá, gracias. Quiero que disfruten, se la pasen bien, que suden, este es el party más cabrón de América esta noche en Costa Rica".

Este fue el preámbulo para Party, una colaboración con Rauw Alejandro, en ese instante se prendieron los brazaletes (xylobands) que le dieron al público y entonces una marea de colores inundó el Estadio Nacional.

“¿Dónde están las mujeres solteras?”, repetía constantemente el cantante. Solo una vez preguntó por parejas en el Estadio Nacional, en ese momento enfocaron a unos novios que estaban al puro frente del escenario. Bad Bunny tuvo una pequeña conversación con ellos. Esta pareja indicó tener tres años juntos y no ser celosos en su relación.

La última vez que el "Conejo Malo" cantó en Costa Rica fue el 25 de noviembre del 2018, por lo que decía que hace mucho no venía al país, pero que esta vez definitivamente estaba "prendida en fuego".

A eso de las 9:30 p. m. pasó lo que muchos esperaban, el artista se subió a una plataforma con una palmera y empezó a "volar" por todo el Estadio Nacional. En esa oportunidad cantó Un verano sin ti y Un coco.

El puertorriqueño cantó 41 canciones y mantuvo la energía a tope durante más de dos horas de concierto.

Inclusive hasta modificó la letra de su éxito, Titi me preguntó para decir "En Costa Rica todas son mías" y obvio las ticas enloquecieron en ese instante.

Aprovechó la ocasión para agradecerle a las personas que lo siguen desde el 2016, año en que su carrera despegó. 

"Mi música la hago con cariño y amor para que la tengan en momentos de felicidad, fiesta, tristeza y soledad. Quiero que hoy se convierta en un recuerdo que dure para siempre. Gracias por creer en mí, gracias a la gente que me escuchaba desde el 2016", acotó.

También envió un mensaje para que las personas no cambien su forma de ser para encajar en la sociedad, sino que instó a ser "ustedes mismos".

Terminó con Ojitos lindos, El apagón y Después de la playa. Fuegos artificiales acompañaron este gran cierre.

"Gracias por ayudarme a cumplir un sueño, gracias por escucharme todos los días", finalizó el cantautor.