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Ana María Polo publica continuación de "Las cartas secretas de Caso Cerrado"

La publicación continúa la senda del libro que la jurista lanzó en 2010 y que se convirtió en un éxito de ventas.

16 de marzo de 2014, 5:03 AM

Miami (EE.UU.), 16 mar (EFE).- A la abogada y conductora Ana María Polo le toca ejercer el sensible rol de árbitro en los "conflictos humanos" que cada día se exponen en "Caso Cerrado", el longevo espacio televisivo cercano a cumplir 13 años de emisión y que ahora presenta 19 casos inéditos y "oscuros" en el libro "Querida Dra. Polo 2. Las cartas secretas de Caso Cerrado".

La publicación continúa la senda del libro que la jurista lanzó en 2010 y que se convirtió en un éxito de ventas, en gran medida por el alto contenido sexual no apto para la televisión que llevaba impreso, y cuyo tono "alzado" y los casos "semi pornográficos" que retrataba vuelven a colmar las páginas de esta nueva entrega.

"Este es el tono del mundo que estamos viviendo, la gente quiere decirlo, hablarlo, y quiere buscarle solución", justificó la presentadora en declaraciones a Efe.

Las bajas pasiones y secretas perversiones son algunos rasgos que cruzan los casos descritos en el libro, en el que amantes despechados, asesinos confesos, voyeuristas obsesos, adictos al sexo o víctimas de violencia de género comparten sus historias y en, algunos casos, anónimos testimonios.

"La relación sentimental para mí sigue siendo el conflicto principal de la humanidad, y eso naturalmente se esparce a otras áreas de la vida", explicó Ana María Polo, para quien hoy en día se va perdiendo "el concepto de lo que es el bien y el mal".

"Hay una cierta relatividad para juzgar las cosas, y no. Hay cosas que son buenas y otras que son malas", sentencia, con su identificable estilo y personalidad.

Convertida en una de las figuras más destacadas de la televisión hispana en Estados Unidos, la doctora Ana María Polo debe resolver los "conflictos humanos" que protagonizan "Caso Cerrado", el programa que se emite por la cadena Telemundo en horario estelar.

"Yo no estoy juzgando a nadie, estoy juzgando un comportamiento que trae consecuencias", reflexiona la presentadora sobre un programa en el que, según explicó, se libra la eterna "batalla del bien contra el mal".

"Esa es la básica pelea humana de siempre y por eso creo que gusta tanto", afirmó sobre el espacio que se estrenó bajo el nombre de "Sala de Parejas" y que en 2005 adoptó su nombre definitivo, con el que consolidó su posición dentro de los programas más vistos de la televisión hispana.

"'Caso Cerrado' es ante todo un programa educacional", defendió la conductora, y añadió que en él "se presentan estampas de la vida", en medio de emociones intensas, y se les busca una solución acompañada de una reflexión sobre "el estado de la ley y de lo que hace falta".

Este tipo de programas suele suscitar algunas críticas por su impactante contenido, y que para muchos lleva a concluir que al espectador le gusta "lo peor", algo en lo que tambien coincide la abogada.

Dentro de este formato televisivo, que duda cabe, dejó una huella indeleble la siempre cuestionada presentadora peruana Laura Bozzo, quien actualmente radica en México, en donde presenta su programa "Laura" a través de la señal de Televisa.

"Pienso que su momento ya pasó", opinó la doctora Polo, quien reconoció que la peruana "es una mujer muy carismática, con opiniones muy fuertes y que tuvo un lugar muy clave en la televisión", pero que luego "se vio involucrada en situaciones que repercutieron en su reputación y en su integridad como persona".

"Yo creo que eso la afecto muchísimo", señaló en alusión al "giro que le dio a su programa" en su país de origen, y en el que exhibió casos que lindaban con la humillación pública. "El peruano se sentía ofendido en la manera en que lo reflejaban", agregó.

"Yo no me veo como jueza, sino como el árbitro", recalcó la presentadora de origen cubano respecto al papel que le toca cumplir ante cámaras, y que repite en su reciente publicación, un texto que invita a leer para "que aprendan y se asombren".

"No sean prisioneros de su problemas, libérense y sean felices", aconsejó.