13 de noviembre de 2025, 8:45 AM

Ya no son solo superestrellas, familias reales u oligarcas los que se saltan las largas filas de seguridad. En la actualidad, hay más opciones que nunca para surcar los cielos en un jet privado sin ser jefe de Estado, director ejecutivo o dueño de una aeronave.

Desde la caída de los viajes por la pandemia del COVID-19, los fabricantes de aviones han visto una recuperación constante en la demanda. Las cifras más actuales señalan que hay alrededor de 23 500 aviones privados en servicio en todo el mundo, según Denesz Thiyagarajan, jefe del equipo de aviación general de IBA Insight, una empresa de consultorías en aviación.

¿Quién es el comprador típico?

Los compradores de jets privados suelen ser, como es de imaginar, personas con alto poder adquisitivo, gobiernos, empresas u operadores de vuelos chárter.

Además, cada vez se vuelven más populares los programas de membresía, que dan derecho a los titulares a acceder a toda la flota de un operador durante una cierta cantidad de horas de vuelo.

El perfil del usuario promedio de los jets privados también ha cambiado, y se ha ampliado, desde la pandemia. El mercado ahora incluye a "familias, emprendedores y personas que vuelan por primera vez, buscando la flexibilidad, confiabilidad y lujo que las aerolíneas comerciales no pudieron garantizar durante la crisis", indica Thiyagarajan.

El experto piensa que este cambio se debió a una alta liquidez y prioridades cambiantes durante la pandemia. A la vez, el aumento de las opciones de vuelos chárter facilita el acceso a jets privados.

No solo se venden más aviones, sino que además vuelan más. Las horas de vuelo en jets privados están hasta un 120 por ciento por sobre los niveles de 2019, explica Daniel Riefer, socio de la división de viajes de McKinsey en Múnich. Esto último, empero, varía según la región y está influenciado por factores como la disponibilidad de aerolíneas comerciales y la infraestructura del transporte.

¿Qué es exactamente un jet privado?

El jet de negocios más pequeño es un avión de cuatro plazas y corto alcance. Luego vienen jets de alcance medio, para 6-10 pasajeros. Después tenemos a los aviones de largo alcance para 10-19 pasajeros y, finalmente, están los aviones ejecutivos para 20-50 pasajeros, o incluso más.

En el peldaño más alto de la escala de aviones ejecutivos se encuentran los jets para viajes premium de larga distancia. Boeing Business Jets anunció recientemente un nuevo programa de servicio completo para convertir los Boeing 747-8s en aviones ejecutivos.

La versión comercial de estos Boeing tiene capacidad para unos 600 pasajeros. El 747-8 VIP actualizado será el jet privado más grande en operaciones y tendrá espacio para unos 75 pasajeros, según la compañía.

No todo el mundo busca grandeza y lujo. Pero existe una mayor demanda de aviones más grandes, mientras que "la proporción de aviones medianos y ligeros ha disminuido en la última década", según Riefer.

Un jet privado nuevo puede costar desde unos pocos millones de dólares hasta más de 75 millones de la moneda estadounidense. Se espera que el Boeing 747-8 VIP cueste al menos un par de cientos de millones. Y esos son solo los costos de comprarlo. En realidad, volarlo cuesta todavía más. Los gastos operativos en combustible, mantenimiento, seguros, aterrizaje, estacionamiento y tripulación puede sumar varios millones de dólares más al año, dependiendo del tamaño y uso que se dé a la aeronave.

Impacto ambiental

Los aviones privados generan más emisiones por pasajero que los aviones comerciales, y los activistas climáticos los han puesto en la mira porque representan un exceso de una élite que genera emisiones innecesarias. Pero, para la mayoría de los viajeros privados frecuentes, se necesitarán más que protestas para sacarlos de las pistas.

Para los fabricantes, la incertidumbre geopolítica y los aranceles están teniendo cierto impacto en las cadenas de suministro y su capacidad para producir aviones, lo que está generando retrasos. Sin embargo, una recesión económica más amplia parece lejana en este sector.

Denesz Thiyagarajan espera ver un crecimiento sostenido en los próximos años, impulsado por el aumento de la riqueza global, un mayor uso corporativo y una mayor accesibilidad a través de programas chárter.

Daniel Riefer está de acuerdo, pero señala diferencias regionales. "Estados Unidos seguirá siendo el mercado más grande en términos absolutos, mientras que se proyecta un rápido crecimiento en Medio Oriente, Asia Pacífico y América Latina", sostiene.

YouTubeTeleticacom