Por Deutsche Welle |21 de septiembre de 2020, 17:18 PM

"He recopilado una lista de gente que ha participado en esta represión brutal. Se podrían adoptar sanciones contra ellas bajo una ley Magnitski europea", sugirió líder opositora bielorrusa Svetlana Tijanóvskaya, en referencia al régimen general estadounidense de sanciones para casos de violación de los derechos humanos que aún no existe en Europa. Tijanóvskaya acudió este lunes a Bruselas para insistir en su mensaje a las instituciones europeas y reclamar sanciones para los responsables de falsificar los resultados de las elecciones y organizar la represión de las protestas del último mes y medio.

Tras comparecer por videoconferencia hace apenas dos semanas ante la Comisión de Exteriores del Parlamento Europeo, Tijanóvskaya acudió hoy en persona a este mismo foro durante un viaje a Bruselas en el que se ha reunido con el alto representante comunitario para la Política Exterior, Josep Borrell, y ha mantenido una entrevista informal con los ministros europeos de Exteriores, reunidos hoy en la capital comunitaria, y se citó además con el presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli.

Comparación con la Venezuela de Maduro

"En el caso de Lukashenko tenemos una situación parecida a la de Venezuela", dijo Borrell en su rueda de prensa posterior a la reunión. "No reconocemos la legitimidad del señor (Nicolás) Maduro como presidente (...), por las mismas razones y condiciones por las que no reconocemos la legitimidad democrática de Lukashenko", añadió. Y explicó que la razón es "porque no consideramos que las elecciones" que les permitieron a ambos permanecer en el poder "hayan sido válidas".

Sin embargo, Borrell añadió que aunque la UE no reconoce la "legitimidad democrática" de ambos dirigentes, "no quiere decir que no reconozcamos la realidad". "Tanto Lukashenko como Maduro tienen el control del gobierno, de la administración y del territorio", señaló. La opositora bielorrusa dijo a los eurodiputados que aprecia "sus esfuerzos" en áreas como el no reconocimiento del presidente bielorruso o la petición de sanciones "individuales" a los responsables de falsificar los resultados electorales y la represión política.

La UE ha intentado este mismo lunes cerrar un acuerdo político para sancionar a unas 40 personas que cree vinculadas con el fraude electoral y la represión en Bielorrusia, pero finalmente los ministros de Exteriores que debatían las medidas no han llegado a un consenso.

Ni manifestaciones "geopolíticas", ni agendas ocultas, ni injerencia

En la Eurocámara, la opositora bielorrusa insistió en que las manifestaciones en ese país "no son geopolíticas", sino que son "por la libertad, la democracia y dignidad humana", y afirmó que este verano "ha nacido una nueva Bielorrusia". "Lukashenko quiere que nuestras protestas se disipen, pero protestaremos lo que sea necesario: semanas, meses y años", afirmó Tijanóvskaya.

Borrell también dejó claro que "no tenemos una agenda oculta ni buscamos interferir en asuntos internos del país", sino apoyar a los ciudadanos y el inicio de un "diálogo que ayude a resolver la crisis" con respeto a la soberanía del país, por lo que pidió a los socios de Bielorrusia "que no interfieran en asuntos internos porque corresponde a su pueblo decidir".