Por Deutsche Welle |14 de marzo de 2023, 6:54 AM

El primer ministro sueco, Ulf Kristersson, señaló este martes en Estocolmo que la posibilidad de que Finlandia ingrese antes que Suecia en la OTAN ha aumentado debido a la oposición de Turquía, después de que los tres países reanudaran las negociaciones la semana pasada. Pese a ello, consideró que su país formará parte de la alianza militar tarde o temprano.

"No se puede descartar que Finlandia y Suecia sean ratificadas en diferentes etapas. La parte turca ha dejado claro en las últimas semanas que han terminado con Finlandia, pero no con Suecia”, dijo en rueda de prensa en Estocolmo el jefe de Gobierno sueco, que aludió a una "evaluación conjunta" para estimar que esa opción es ahora "más probable".

Ambos países nórdicos solicitaron su ingreso en la OTAN el año pasado tras el ataque de Rusia a Ucrania, y la adhesión fue aprobada en la cumbre de junio en Madrid después de que Turquía levantase a última hora su veto a cambio de ciertas condiciones, plasmadas en un acuerdo. Veintiocho de los treinta países de la Alianza ratificaron el ingreso y Hungría inició ya los trámites para hacerlo.

"Presión dura”

"Es una decisión nacional y es Turquía la que piensa que a Suecia aún le falta un poco. Se trata sobre todo de que no creen que nuestras autoridades hagan lo suficiente para combatir al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK)", dijo Oscar Stenström, negociador sueco en el proceso. Ankara estima que ambos países protegen a grupos considerados terroristas por Turquía.

El primer ministro Kristersson agregó que su país está preparado para un posible ingreso más tardío, pero tiene claro que Suecia sí será miembro de la OTAN. "Al final no es un asunto de si Suecia será miembro, sino de cuándo lo será”, apuntó poco antes de embarcarse para viajar a Alemania. "Percibo que hay un apoyo muy fuerte y una presión dura del resto de los países de la OTAN hacia Turquía", añadió.

El Gobierno sueco presentó la semana pasada ante el Parlamento una moción para endurecer las leyes antiterroristas, una de las exigencias de Turquía para levantar su veto. La moción quiere criminalizar la colaboración con organizaciones terroristas, un proyecto que se lleva negociando desde hace seis años y que el Gobierno pretende que sea aprobado en junio.