Por Deutsche Welle |30 de junio de 2020, 9:00 AM

Motherwell es un municipio de la Bahía de Nelson Mandela en la provincia del Cabo Oriental de Sudáfrica. Los niños aquí juegan entre montones de residuos peligrosos vertidos ilegalmente. Durante años, la población local ha exigido a las autoridades una adecuada eliminación y almacenamiento de los residuos, pero sin éxito.

El problema existe en todo el país. Un cuarto de siglo después del final del apartheid, el Estado todavía no ha logrado establecer un sistema de suministro de agua que funcione, así como una red eléctrica y un sistema adecuado de eliminación de desechos en los asentamientos informales.

En el municipio de Walmer, también en la Bahía de Nelson Mandela, los vecinos han decidido buscar soluciones por su cuenta.

Xolani Siwa, por ejemplo, convirtió un antiguo vertedero ilegal en un huerto. Ahora proporciona alimento a quienes han perdido su trabajo como consecuencia de la pandemia de la COVID-19. De esta manera, se han creado cinco puestos de trabajo en la comunidad. Otros residentes han puesto en marcha un proyecto de reciclaje social: Re-Trade, que apoya a unos sesenta recolectores informales de residuos. Los recicladores pueden entregar los materiales de desecho recogidos y cambiarlos por comida, ropa y otros artículos esenciales en el centro de reciclaje local, que ya tiene seis años.

¿Podría Walmer servir como modelo para otros municipios?