Por Deutsche Welle |21 de julio de 2020, 15:05 PM

Stephan B. permaneció pasivo mientras lo llevaron adentro, esposado, vestido de negro, con una máscara de protección contra el coronavirus y con al menos seis guardias enmascarados a su alrededor. Stephan B. es acusado de haber matado a dos personas en un intento fallido de asaltar una sinagoga en la ciudad de Halle en octubre pasado. Muchos de los 43 codemandantes y sus familiares, varios de los cuales habían acudido a la fiesta judía de Yom Kippur en la sinagoga en el momento del ataque, también estaban presentes.

El joven de 28 años ha sido acusado de los asesinatos de Jana L. de 40 años y Kevin S. de 20 años, y de 68 casos de intento de asesinato. Esta última cifra comprende las 52 personas dentro de la sinagoga de Halle, además de otros transeúntes y agentes de policía a los que disparó durante el ataque. También se le ha acusado de extorsión bajo amenaza de fuerza por asaltar a un taxista a punta de pistola mientras huía.

El interrogatorio no revela ningún remordimiento

Stephan B. no mostró ningún remordimiento o emoción durante el largo interrogatorio, repitiendo teorías de conspiración antisemita, en línea con el plan que publicó en línea poco antes de que comenzara el ataque.

Cuando se le preguntó si tenía amigos, respondió: "No". ¿Pertenecía a un club deportivo? "No". ¿Cuáles eran sus intereses? "Internet". ¿Qué le gustaba de Internet? "La posibilidad de conversar libremente." ¿No tenía esa posibilidad fuera? "No en Alemania", respondió.

Dijo que tenía una buena relación con su hermana, que inicialmente lo alentó a involucrarse más con los demás, aunque sus contactos sociales fueron disminuyendo con el tiempo. Cuando la juez le preguntó por qué esos contactos habían disminuido, respondió simplemente: "Eso no tiene importancia". Stephan B. dijo que había pasado seis meses en la Bundeswehr, las fuerzas armadas alemanas, que según él "no era un ejército de verdad".

Luego describió su breve intento de estudiar química, que se vio interrumpido por una larga enfermedad sobre la que se negó a entrar en detalles. Después de eso, cuando le preguntaron si tenía algún plan, se rió y dijo: "No, no tenía planes".

"Después de 2015, decidí no tener nada que ver con esta sociedad", añadió. Después de una declaración racista, la juez le advirtió que no expresara ningún discurso de odio, o sería excluido del juicio.

"Trastorno complejo de personalidad"

Casi ningún observador del juicio duda de que Stephan B. sea declarado culpable y condenado a cadena perpetua. El agresor filmó todo el ataque él mismo con una cámara acoplada a su casco, transmitiendo el vídeo en directo a la plataforma online Twitch.

Durante su testimonio del martes, Stephan B. dijo que en un momento dado se dio cuenta de que su cuenta de Twitch, con su transmisión en vivo, había sido suspendida. "Eso es malo, porque la grabación era más importante que el ataque mismo", dijo.

El atacante confesó poco después de ser arrestado y no mostró ningún remordimiento por sus acciones. De hecho, según un examen del psiquiatra forense Norbert Leygraf, el único pesar de Stephan B. era que su plan inicial, de irrumpir en la sinagoga y matar a tantos judíos como fuera posible, había fracasado por completo.

La evaluación de 100 páginas de Leygraf, cuyos detalles fueron revelados esta semana por la revista Der Spiegel, encontró que Stephan B. tiene un "trastorno complejo de personalidad", con algunos rasgos de autismo, pero que esto no compromete su responsabilidad penal. Aparentemente describió los dos asesinatos sin ninguna emoción.

El psiquiatra, que entrevistó al acusado tres veces, también encontró que Stephan B. había estado obsesionado con las teorías de conspiración antisemita y las armas durante años. En la acusación, la Policía federal alemana dijo que Stephan B. se había equipado con ocho armas de fuego y varios explosivos caseros, algunos de los cuales tiró por encima de la pared de la sinagoga en un intento de asustar a la gente para que saliera. Su abogado defensor, Hans-Dieter Weber, describió previamente a Stephan B. como inteligente, elocuente y socialmente aislado. Se han fijado unos 18 días para el juicio, que se espera que dure hasta octubre.