Por Deutsche Welle |18 de enero de 2023, 17:58 PM

Dani Dayan es un hombre amable y cordial, de palabras seguras en español. Su vocero asegura que Dayan tiene el corazón ligado a ese idioma, que él pronuncia aún con el acento argentino de su infancia. Suena resoluto y contundente cuando habla de su labor, y quizás un poco más cauteloso al recordar vivencias personales, como midiendo las palabras para no revelar demasiado. Siempre, sin embargo, se muestra convencido de la causa para la cual trabaja: defender el Estado de Israel y, sobre todo, mantener vivo el recuerdo del Holocausto.

"Israel sería un país mucho más robusto si hubiera en el mundo seis millones más de judíos y sus descendientes", dice Dayan, en entrevista con DW, en la sede de Yad Vashem en Jerusalén, el lugar más importante del mundo dedicado a la preservación de la memoria sobre el Holocausto o la Shoá, el asesinato de millones de judíos perpetrado por la Alemania nazi. El actual Estado de Israel no se puede entender sin recordar el impacto de lo ocurrido entonces, recuerda.

"Si sucedió una vez, puede suceder otra vez"

En los últimos años, Dayan observa con preocupación un aumento de los incidentes antisemitas en todo el mundo. Lo recuerda, por ejemplo, de su tiempo como cónsul israelí en Nueva York. "Creí que el antisemitismo tendría un lugar muy bajo en mi agenda", dice. Pero en poco menos de dos años, registró el asesinato de al menos 15 judíos en Estados Unidos. "Es evidente que (el antisemitismo) está resurgiendo en todo el mundo, en Europa, en América Latina", advierte.

Dayan está convencido, por eso, de la importancia de mantener vivo el recuerdo de la Shoá. 

"Hay una importante diferencia entre nuestra generación y la generación de finales de los años 30. Ellos pensaban ingenuamente: 'bueno, queman libros, queman sinagogas, está muy mal, pero no van a quemar seres humanos'. Nosotros sabemos que sí, y que, si sucedió una vez, puede suceder otra vez".

La hora de los negacionistas

También Alemania ha registrado un aumento de los ataques antisemitas en los últimos años. En 2021, la Asociación Federal de Investigación e Información sobre Antisemitismo (RIAS) registró 2.738 incidentes antisemitas, casi mil más que en 2020. RIAS asume, además, que el número de casos en los que no se presenta una denuncia formal también es alto. Un fenómeno que cambia las prioridades.

Dayan, el israelí nacido en Argentina que ha viajado por todo el mundo, mantuvo durante muchos años en pie su decisión de no pisar Alemania. Era su propia forma de mantener vivo el recuerdo de lo ocurrido en la Shoá. Este 22 de enero, sin embargo, visitará Berlín por primera vez para inaugurar una exposición con objetos personales de judíos que tuvieron que huir de la Alemania nazi. 

"La mejor manera que tengo hoy para hacer recordar al mundo lo que sucedió, es visitar como presidente de Yad Vashem Alemania y abrir una exposición en el Bundestag", dice.

Yad Vashem, recuerda Dayan, se enfrentará pronto a nuevos retos, por el peligro de que el recuerdo de lo ocurrido se difumine por la avanzada edad de los últimos testigos directos del Holocausto. Cuando se despidan los últimos sobrevivientes, será "la happy hour de los negacionistas", advierte. La institución que dirige dedica por eso gran parte de sus esfuerzos a recopilar más testimonios. "Estamos en una carrera contra el tiempo".

Las críticas legítimas a Israel

Dayan, por otro lado, asegura que la defensa del Estado judío no excluye las críticas a la política israelí en tiempos de tensiones y conflictos abiertos con los palestinos. La crítica es "legítima", pero hay que diferenciar esa crítica del antisemitismo, dice el presidente de Yad Vashem. "Todo israelí es más crítico con el gobierno de Israel que quizás alguien en cualquier (otro) lugar en el mundo", asegura.

"Pero una demonización de Israel, la deslegitimación de Israel como Estado judío, eso es antisemitismo", advierte.

Dayan, que ocupó antes la presidencia del Consejo de Yeshá, la organización paraguas para los colonos israelíes en los territorios palestinos, asegura también que la existencia de Israel es la garantía de que no habrá otro Holocausto.

Un puerto para el Saint Louis

"Nosotros, los judíos, aprendimos de la manera más difícil posible que necesitamos un Estado", dice. Luego recuerda lo ocurrido con el Saint Louis, un barco que salió de Alemania en 1939 lleno de refugiados judíos que huían de los nazis. "Llegó a Cuba, los pasajeros tenían visas, pero Cuba decidió no dejarlos entrar", dice.

Lo mismo hizo con el Saint Louis luego Estados Unidos. La embarcación tuvo que volver a Alemania y la mayoría de sus tripulantes fueron asesinados en los campos de exterminio. La existencia de Israel "es la garantía de que no va a haber otro Saint Louis", está convencido Dayan. "Y que si hay otro Saint Louis, va a tener un puerto adonde llegar".

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