Por Deutsche Welle |18 de octubre de 2020, 20:42 PM

Los recintos electorales en Bolivia comenzaron a cerrar a las 17:00 horas locales  tras nueve horas de votación en los comicios generales que se celebran este domingo en el país e inmediatamente comenzó el proceso de conteo de los votos.

La jornada transcurrió en un ambiente de tranquilidad en el país, con largas filas en algunos recintos, sobre todo en la mañana y hacia el mediodía, por las medidas de bioseguridad exigidas para evitar contagios de la COVID-19.

Uno de los sitios de mayor congestión para la votación fue el colegio Franco-Boliviano de La Paz, donde se observaron filas de electores en varias calles que buscaban acceder a las más de cuarenta mesas habilitadas en ese establecimiento.

Las mesas de votación deben funcionar por al menos nueve horas y permanecer abiertas si es que aún hay personas en fila según lo establecen las normas, recordó el presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Salvador Romero, en una rueda de prensa a media tarde.

Como lo hizo al mediodía, Romero destacó el "ambiente de tranquilidad” que predominó en la jornada y exhortó "a que esta actitud se mantenga en las fases siguientes" que incluyen el conteo de votos, un proceso "que está abierto para cualquier ciudadano”.

El presidente del órgano electoral sostuvo que en las próximas horas se instalará en los tribunales departamentales un conteo computarizado de las actas y que paralelamente se "abre” el sistema de cómputo en el que cualquier persona podrá verificar los resultados de las papeletas procesadas.

"La instrucción del TSE es que este trabajo debe avanzar de manera ininterrumpida y desde que llega la primera acta debe comenzar el cómputo y no debe suspenderse mientras exista actas”, remarcó.

La votación en el exterior siguió la misma normalidad que en Bolivia, con el cierre de las mesas de votación en Asia y Europa, según Romero, quien agregó: "ahora iniciará el cómputo de votos en el exterior”.

Jeanine Añez pide paciencia

Por su parte, la presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, pidió a los ciudadanos y partidos políticos tener "paciencia" y "madurez" para esperar los resultados oficiales.

La mandataria transitoria hizo ese llamado en un mensaje televisado en el que le acompañaron los ministros interinos de la Presidencia, Yerko Núñez; de Defensa, Luis Fernando López; y de Gobierno (Interior), Arturo Murillo; además de los comandantes de las Fuerzas Armadas, Sergio Orellana, y la Policía, Rodolfo Montero.

"Todos sabemos que no tendremos resultados definitivos hasta que acabe el conteo oficial de votos", sostuvo Áñez, por lo que pidió a la ciudadanía y los partidos tener "paciencia para esperar los resultados sin generar ningún tipo de hechos violentos".

También les instó a "cumplir la ley", porque son tiempos que requieren "madurez" y "esa madurez significa antes que nada cumplir la ley".

Además, pidió recordar que "más allá de las diferencias, todos somos bolivianos" y por eso hizo un llamado a construir conjuntamente "una Bolivia unida, democrática y pacífica".

"Bolivia va a salir bien", manifestó la mandataria interina, quien también aseguró que su Gobierno puso todo de su parte para tener una elección "limpia y transparente".

Áñez postulaba a las elecciones por la alianza Juntos, pero el mes pasado decidió retirar su candidatura para no dispersar el voto y unificarlo por el candidato que pueda hacerle frente al Movimiento al Socialismo (MAS), del expresidente Evo Morales.

Bolivia repite este domingo los comicios generales anulados hace un año en medio de denuncias de fraude a favor de la reelección del entonces presidente, Evo Morales, que son investigadas penalmente y que él niega.

Unos 7,3 millones de bolivianos estaban llamados a las urnas, en el país y en el exterior para decidir entre cinco candidaturas. El voto es obligatorio para los residentes en Bolivia, pero no para quienes viven fuera.

El exministro Luis Arce, del Movimiento al Socialismo (MAS) de Evo Morales, y el expresidente Carlos Mesa partían como favoritos, con posibilidades de disputar una segunda vuelta que tendría que realizarse en noviembre próximo si ninguno alcanza los porcentajes suficientes para adjudicarse el triunfo en primera.