Por Deutsche Welle |27 de mayo de 2022, 4:18 AM

Luego que se filtraran los acuerdos que China planea proponer a los países insulares del Pacífico Sur, las potencias occidentales no han tardado en reaccionar haciendo un llamado para que no acepten pactar con Pekín. Es así como hoy Australia exhortó a los países comprometidos a rechazar los intentos de acercamiento de China, que busca ampliar su influencia en materia de seguridad en esta región de gran importancia estratégica.

La ministra australiana de Relaciones Exteriores, Penny Wong, visitó Fiji en su primera visita oficial, en un intento de cortejar a los estados insulares después que las Islas Salomón tomaran a Australia por sorpresa el mes pasado al firmar un pacto de seguridad de gran alcance con China. "Hemos expresado públicamente nuestra preocupación por este acuerdo de seguridad", dijo Wong en la capital, Suva. "Creemos que es importante que la seguridad de la región la determine la región", añadió la representante australiana.

Al mismo tiempo, el ministro de Relaciones Exteriores chino, Wang Yi, visita varios países del Pacífico Sur con el objetivo de ampliar la cooperación en materia de seguridad y libre comercio. Durante su primera parada en las Islas Salomón, el jueves, Wang denunció "calumnias y ataques" contra el acuerdo de seguridad con el Estado insular en una conferencia de prensa en Honiara de la que se excluyó a algunos periodistas. Wang tomó este viernes un vuelo corto a Kiribati, el siguiente destino de una gira que durará hasta el 4 de junio con paradas en Samoa, Papúa Nueva Guinea y Fiyi.

Wong dijo que había visitado Fiji para demostrar que la región del Pacífico estaba en la lista de prioridades de su país. Señaló que el nuevo gobierno de Anthony Albanese ambiciona recuperar una "década perdida" en materia de cambio climático, un tema crucial para las islas del Pacífico, especialmente amenazadas.

China ya movió sus piezas. Según un proyecto de acuerdo y plan quinquenal, pretende ofrecer a diez países insulares de la región una ayuda millonaria, la perspectiva de un acuerdo de libre comercio, así como la posibilidad de acceder al vasto mercado chino y a sus 1.400 millones de habitantes. A cambio, China formaría a sus fuerzas policiales y se implicaría en la ciberseguridad local. También podría realizar operaciones delicadas de cartografía marina y obtendría un mejor acceso a los recursos naturales locales. Esta "visión conjunta de desarrollo", como se denomina el proyecto, podría aprobarse el 30 de mayo en una reunión en Fiji entre Wang y los ministros de Relaciones Exteriores de la región.