Por Manuel Granda |11 de agosto de 2020, 10:10 AM

El refrán por todos conocido, “el hábito no hace al monje”, no se cumple en este programa. Sin un vestuario acorde a la interpretación, se perdería en gran medida la esencia del cantante, es un lenguaje visual que narra con la imagen, el color, la forma y las texturas. 

Sandra Carvajal es la responsable del vestuario en el programa y no hay gala fácil, ella “se las juega de todas toda” en los camerinos, vistiendo a Edgar Murillo, a los jueces y a los nueve participantes; sin embargo, lo que para ella lleva más trabajo, son los bailarines, que se cambian según la coreografía, ya sea para bailar o acompañar como “músicos” a los participantes en el escenario en cada una de las ocho presentaciones de la noche, así que no es de extrañar encontrarla aplanchando, ajustando, limpiando y revisando cada una de las prendas  y accesorios para que, luzcan impecables.

En cuanto al vestuario de cada una de las imitaciones, todo tiene un orden, y más cuando de confección se trata, lo primero es conocer los videos del artista asignado a cada participante, ya que servirán de referencia, una vez se tienen todos los detalles, se toma nota y  es momento de buscar telas, hacer diseños, crear, copiar, comprar, y tantos detalles que no pueden dejarse al azar.

Aquí entra en juego Cinthya Vargas, quien con veinte años de experiencia en el diseño y confección de disfraces y vestuarios, no es casualidad que, en esta temporada sea parte de este grupo de profesionales detrás del formato.

Cinthya no está sola, sus hijos son parte del equipo y de la empresa “Creaciones Fantasía”, un equipo que sabe trasnochar para sacar esta tarea semanal, más cuando nueve participantes debutan cada semana imitando a un cantante que, en no pocas ocasiones su vestuario suma al espectáculo, y si de sumar se trata, no se debe olvidar que, la mayoría de interpretaciones son acompañadas de bailarines y “músicos” que también deben ir vestidos acorde al video.

Para Cinthya “la costura es hacer realidad una fantasía que me hace sentir sumamente orgullosa cada vez que veo salir a los participantes al escenario, usando esos vestuarios”. Prendas que cobran vida entre máquinas, diseño, hilos, costuras, una creación que en cada gala hace la diferencia.

Sandra sabe que no solo se trata de tener el vestuario listo, a eso hay que seguir sumando: la bisutería y accesorios son indispensables para complementar el atuendo de cada uno. Ella encontró en “DisArt” el complemento perfecto, Laura González, su propietaria, lo que no tiene lo crea, lo adapta, lo diseña. Esta habilidosa joven utiliza todo tipo de materiales para hacer los aretes, pulseras, cadenas, gargantillas y esto marca la diferencia, pues se trata de buscar el perecido más exacto a los accesorios que se usan en el video de referencia.

¿Qué podría ser lo más difícil de esta ardua tarea semanal? Tanto para Sandra como para Cinthya, lo más complicado del proceso ha sido conseguir los materiales, pues debido a las restricciones sanitarias, los locales comerciales han estado cerrados muchos días, pero se recurre también al reciclaje de vestuarios que se mantienen en bodega,  se ajustan, se cortan.

“Hemos usado colchas y sábanas y de ahí sale una camisa, un short, un vestido, si el diseño no se consigue se “sublima”, es decir se imprime sobre tela y se hace lo más parecido posible al original”, afirma Sandra.

Si hay algo que estas mujeres y quienes detrás de ellas están apoyando su trabajo, es la creatividad y la pasión por lo que hacen, un trabajo que semana a semana cada participante luce en el escenario de “Tu Cara Me Suena”.