Por Adrián Fallas |10 de mayo de 2014, 16:14 PM

El marcador final leyó 1-0. Saprissa derrotaba a Alajuelense y su copa 30 borraba de la memoria cuatro años de sufrimientos.

Pero el camino al cetro estuvo lleno de vicisitudes, en el último juego del Verano 2014.

Corría el minuto 39 del encuentro. El morado David Guzmán salía del terreno de juego, visiblemente molesto. En su lugar entraba el ariete David Ramírez.

Un minuto después el disgusto de Guzmán se evaporaba, celebraba junto a sus correligionarios, Hansell Arauz había vencido la resistencia de Pemberton. El cabezazo de Arauz encontró al arquero a contra pie. Miles de gargantas teñidas de morado se unían en el grito de gol, de campeonato.

Hasta ese momento la primera parte se había jugado con más nervio que buen toque. El mal estado del terreno de juego y la lluvia dejaban pocos pincelazos de buen fútbol.

El pelotazo y el choque eran tónica.

En uno de estos lances de músculos sobre cabeza fría el rojinegro McDonald se pintaba de rojo. Expulsado tras una agresión a Gabriel Badilla en el 13’

Esa era la razón por la cual Guzmán salía molesto tras el cambio. Ronald González lo sacaba en búsqueda de más poder ofensivo.

Cuando las oncenas regresaron de los camerinos la lluvia seguía acompañando a los actores, pero la cancha era más transitable.

Las mejores condiciones fueron aprovechadas por los locales. Al 56’ Ramírez remataba y su obús pasaba cerca.

Tres minutos después era Yeltsin el que llegaba sobre la banda derecha, cerrando una pared. Su centro era desaprovechado por Ramírez, Saucedo y Arauz.

Empujados por la desesperación los manudos empezaban a presionar. Si bien es cierto no llevaban peligro al marco de Carvajal, los defensas saprissistas se multiplicaban para rechazar los embates erizos.

El último cuarto de hora fue vibrante. Con 10 Alajuelense se lanzaba en pos del empate. En el ambiente se sentía la tensión.

Al 83’ Johan Venegas remataba y obligaba a Carvajal a volar para enviar sobre el horizontal.

Pero el paso inexorable del reloj dejaba sin oportunidades a los manudos, mientras que los morados empezaban a saborear el 30.

Cuando el central decretaba el final el pueblo morado explotaba, tras cuatro años volvían a celebrar.

En el Verano 2014 el mejor fue Saprissa