1 de abril de 2016, 4:56 AM

Sus goles, su talento, su empuje en la cancha ha tenido una larga pausa por culpa de una reconstrucción del ligamento cruzado y los meniscos de su pierna derecha.

Heiner apenas se  recuperó pero… a los tres partidos de estar jugando se dio la recaída y otra vez el ligamento se rompió.

Después de eso ya han pasado casi 10 meses en que estar fuera de las canchas es un duro proceso de aceptación.

“Es demasiado difícil la verdad, psicológicamente es uno de los puntos donde se tiene que ser más fuerte”, comentó el lateral.

Sí, es una etapa de muchas preguntas: “¿del por qué?, ¿por qué a mí?, ¿por qué me tenía que volver a pasar?, son cosas de las cuales uno ni se explica”, explicó.

Y es esa parte emocional la que más cuesta superar, según el fisioterapeuta Luis Naranjo. “Por más corta que sea la lesión es un proceso de duelo hasta que vuelva a una vida de futbolista normal”, indica.

Pero mientras este tiempo de recuperación pasa, ¿dónde quedan esos jugadores lesionados?

“Cuando estás en una situación te das cuenta que muchos amigos son solo amistades. Son muy pocos los que están a la par de uno en estos momentos tan difíciles”, expresa el jugador del Saprissa.

Es una verdad que duele y cuesta superar, por eso salen adelante los que encuentran una motivación para soportar el proceso.

“Ver la sonrisa de mis hijos, de mi esposa y de mis seres queridos a la hora de entrar a lo que hago que es jugar fútbol”, acotó.

Heiner es un jugador que desea una nueva oportunidad después de una seria lesión y afortunadamente ya está a muy poco de regresar.