Por Adrián Fallas |22 de febrero de 2015, 12:06 PM

Alajuelense y Saprissa dejaron todo en el césped del Estadio Nacional. Regalaron al respetable un Clásico cargado de emociones, buen futbol y no exento de polémica, que al final terminó teñido de morado. Alajuelense 0-Saprissa 2.

La primera parte del choque fue marcada por los penales.

El primero lo señaló Randall Poveda al tercer minuto de juego. El siguiente lo hizo al 25’.

Mientras el primero fue pitado en el área morada, el segundo fue en la de los rojinegros. Álvaro Sánchez falló y Jordan Smith anotó.

La importancia implícita del gol saprissista va más allá de mover el marcador, el tanto del lateral tibaseño fue el punto de quiebre en los primeros 45 minutos.

Antes del gol los del Macho Ramírez dominaban. Presión y juego rápido, siempre de primera intención incomodaba al Monstruo, que poco podía hacer para frenar el vendaval.

Pero el dominio fue cortado de tajo, porque Jordan sí aprovechó su oportunidad.

Con el tanto en la bolsa los de Campos comenzaron a encontrar espacios. La media respiraba y controlaba el vaivén del juego.

Colindres al 29’ y Deyver Vega al 43’ se mostraron punzantes, pero no finos en el último toque.

Con el gol también vino un cambio de juego para Jonathan McDonald. El fiero delantero había aterrorizado la zona baja del Saprissa antes del gol, pero tras el penal convertido había perdido fuelle.

A la vuelta de los 15 minutos de descanso las acciones volvieron a cambiar, ya que Alajuelense apretó el acelerador otra vez.

Los mejores momentos de los erizos se vivieron en el inicio de la complementaria, con una oncena que se mostraba arrolladora. Pero toda la presión no fue suficiente para encontrar la llave que abriera el marco visitante.

Cuando los liguistas se veían mejor Colindres dominó un rebote que cayó en el área de Pemberton. El atacante contuvo la embestida de Porfirio, se dio vuelta para rematar por bajo y por debajo del vuelo del arquero. 0-2 a favor de Saprissa.

El resto del partido se jugó con más músculo que seso. Rojinegros en pos del marco saprissista, los morados sosteniendo los ataques liguistas.

Cuando se cumplieron los 90 minutos los carteles no se habían movido, seguían 0-2 a favor de Saprissa.