Por AFP Agencia |20 de diciembre de 2021, 11:58 AM

El increíble verano (boreal) deportivo italiano, plagado de triunfos de los 'Azzurri', como el del equipo de Roberto Mancini en la Eurocopa, o de Marcell Jacobs en los 100 metros en los Juegos Olímpicos, ¿tiene vocación de continuidad o se difuminará tan rápido como un bronceado veraniego?

Donnarumma deteniendo penales, y Chiellini levantando el trofeo europeo para Italia por primera vez desde 1968. El inesperado Marcell Jacobs ganando el oro olímpico en el hectómetro para sorpresa general, antes de repetir en el relevo 4x100.

Pero también Gianmarco Tamberi, oro en altura, y 40 medallas para Italia en los Juegos Olímpicos y 69 en los Paralímpicos.

Sonny Colbrelli imponiéndose en una París-Roubaix dantesca. Un italiano (Berrettini) por primera vez en la final de Wimbledon. E Italia campeona de Europa también en voleibol (masculino y femenino), en sóftbol e incluso en fútbol americano.

Al son de la canción del grupo Maneskin, primer ganador italiano en Eurovisión desde 1990, el país tuvo así la ocasión de vivir múltiples celebraciones colectivas después de más de un año de pandemia de COVID-19.

"Después de lo que pasó en el mundo, especialmente en Italia, donde estuvimos entre los primeros en ser golpeados por el COVID-19, nos place aportar felicidad y un poco de tranquilidad a la gente", celebró este otoño (boreal) Roberto Mancini.

"Necesidad" de abrazarse.

"Después de un año y medio marcado por muerte, la enfermedad y el confinamiento, el deporte supo devolver emociones compartidas que la gente tanto necesitaba. Y la alegría de ganar fue doble por la de poder abrazarse", explica a la AFP Nicola Sbetti, historiador del deporte en la Universidad de Bolonia.

"Una vez más, el deporte (como la alimentación) se afirma como un vector de patriotismo un poco paradójico: capaz de unir a los italianos a nivel internacional, mientras que es uno de los principales elementos de división nacional", puntualiza.

"La euforia de las celebraciones permitió disfrutar en el regreso de una vida con menos restricciones", confirmó a la AFP Moris Gasparri, ensayista y asesor para el fútbol femenino en la Federación Italiana.

Todo ello permitiendo a los italianos recuperar un orgullo por su deporte, "en acusado declive desde 2010", entre clubes de fútbol privados de títulos en competiciones europeas, la escudería Ferrari superada en F1, y los finales de carrera de leyendas como Del Piero, Totti, Rossi o Pellegrini. 

¿Pero esas "noches mágicas" se vivirán también en el frío invierno?

"Aún es pronto para decir si será un momento importante, coincidiendo eventualmente con un renacimiento después del declive económico de los últimos 30 años", según Moris Gasparri. 

Para Nicola Sbetti, "probablemente dependerá mucho" de la evolución de la pandemia.

'Ganas de deporte'.

"Pero si de aquí a unos meses, gracias a las vacunas, el virus desaparece, no se descarta que los éxitos deportivos del verano 2021 puedan asociarse con el final de este periodo. Un poco como la victoria en el Mundial-1982 (de fútbol) se convirtió, no sin exageración, en un símbolo del final de los 'Anni di piombo' (años de plomo)", indica el historiador.

En un plano puramente deportivo, el verano aparece lejano ya para la Nazionale, que fracasó en noviembre a la hora de clasificarse directamente al Mundial, y deberá pasar por dos peligrosos repechajes en marzo.

En cuanto al efecto de los éxitos con la práctica del deporte entre los jóvenes, "ese fenómeno existe, pero, como las victorias, no dura mucho tiempo", estima Moris Gasparri.

La verdadera "herencia duradera" podría ser más bien, en su opinión, la cercana entrada en vigor de una reforma gubernamental para desarrollar la enseñanza del deporte en la escuela primaria, "una falta histórica en el sistema escolar italiano".

Con esta reforma "subsanamos la desventaja que existía entre nuestro país y otros países europeos, es la medalla más hermosa de este año extraordinario", asegura a la AFP la subsecretaria de Deportes, la medallista olímpica en esgrima Valentina Vezzali.

"Los resultados de este año mágico para Italia generaron un gran deseo de deporte, basta con ver las pistas de atletismo asaltadas por jóvenes dispuestos a imitar a Marcell Jacobs", celebra.

Esos jóvenes esperan poder soñar también en 2022, quizá en febrero con el propio Jacobs, de regreso a las pistas, o con la esquiadora Sofia Goggia en los Juegos Olímpicos de Invierno.


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