Por Andrés Martínez |31 de marzo de 2018, 13:39 PM

Las últimas horas son vitales. Por eso para Fabricio Alvarado no queda de otra mÁs que medir fuerzas.

Y lo hizo con una pequeña competencia de pulsos con estos tres niños de Obras del Espíritu Santo. 

Así arrancó el sábado para el candidato del partido evangélico. Su visita a la asociación de inspiración católica fue para almorzar con el padre Sergio Valverde. 

Un encuentro que ninguno vio como una transgresión al precepto constitucional de no mezclar religión con política.

La controversia con la que cargó prácticamente toda la campaña el partido Restauración Nacional y su candidato. 

Y de la que no escaparon la Alianza Evangélica Costarricense y la Conferencia Episcopal. 

Todos apercibidos por el TSE con la penitencia de no invocar motivos religiosos para incidir en el voto. 

Las últimas horas siguen siendo vitales. Por eso Fabricio Alvarado encontró cómo escapar de una comprometida agenda para ir por los helados de paleta con el color de su bandera y huirle a sus mitines políticos. 

Solo una rápida pausa antes de encausar su agenda repleta de encuentros fugaces. Y en Guadalupe coincidió con su esposa Laura Moscoa Y luego León 13 y Tibás centro. 

La polémica se le sigue cruzando en el camino. Y lo último fue el tardío plan de gobierno llamado 2.0

El PAC se quejÓ por supuestas copias textuales a párrafos de los programas de Acción Ciudadana y Unidad Socialcristiana. A lo que el candidato desacreditó al alegar que tenían permiso. 

La última parada, el territorio donde su contrincante históricamente domina: Montes de Oca. 

La Fuente de La Hispanidad. Así cerró Fabricio Alvarado las últimas horas antes de la jornada electoral de este domingo.