Las actuaciones de Keylor Navas en el terreno de juego ratifican su importancia para el Real Madrid, pero no sólo en el club merengue, también para sus abuelos que hoy se sienten orgullosos de aquel pequeño que solía soñar con ser parte de la Selecciona Nacional y jugar en el extranjero.  

Este oriundo de Pérez Zeledón tuvo que pasar por momentos duros y desafíos para salir adelante. 

Sin embargo, eso fue el motor principal del guardameta que hoy es la esperanza de un país y una figura de clase mundial. 

El equipo De boca en boca se dio a la tarea de ir hasta la casa de Juan Gamboa y Elizabeth Guzmán -abuelos maternos de Keylor- no para conocer sus logros, sino más bien sus travesuras de niño.

“Una de las tantas cosas que hacía era escaparse a la plaza sin permiso, robarse las cobijas para montar un caballo y salir desnudo para que lo regañara”, indicó entre risas doña Elizabeth. 

Navas a los 14 años abandonó su natal barrio San Andrés en Pérez Zeledón para buscar su sueño, el que hoy lo tiene vestido de blanco.