Quito lanza campaña contra la goma de mascar en el suelo
Desde 2010 la alcaldía lanzó un plan para limpiar los chicles en algunos puntos
QUITO, 7 noviembre 2013 (AFP) - Una campaña en Quito busca erradicar uno de los hábitos más comunes: arrojar la goma de mascar al suelo, una práctica en apariencia inofensiva pero que, según autoridades, genera un alto impacto ambiental y económico.
Desde 2010 la alcaldía lanzó un plan para limpiar los chicles en algunos puntos concurridos de la ciudad que es Patrimonio Cultural de la Humanidad, pero decidió ampliar y reforzar la estrategia a partir de este jueves.
Las gomas masticables generan "contaminación ambiental, son foco de infección y dañan los bienes que son patrimonio de la humanidad", dijo a la AFP Ana María Córdoba, de la Empresa Pública Metropolitana de Aseo y portavoz de la campaña.
En estos últimos años las autoridades han retirado de las calles cerca de 1,2 millones de chicles, y el propósito es extender la limpieza a las paradas de autobuses y reforzar el mensaje contra la costumbre de arrojar la goma al suelo, explicó la funcionaria.
"Un chicle cuesta máximo 30 centavos de dólar, y retirarlo del suelo vale 60 centavos de dólar, y en muchos casos no se puede limpiar completamente", agregó Córdoba.
Para despegar el chicle se requiere hidrolavadoras a presión y un detergente especial.
La alcaldía recordó que las personas que sean sorprendidas escupiendo al suelo la goma de mascar deberán pagar una multa de 63 dólares, y si reinciden tendrán que desembolsar el doble.
La campaña cuenta con el apoyo de empresas distribuidoras de estos dulces, e incluye la instalación de murales donde las personas podrán pegar con gomas mensajes ambientales.