¿Qué es peor: beber dos cervezas diarias o una gran cantidad de alcohol en una sola borrachera?
Dos médicos presentadores de televisión, Christopher y Alexander Van Tulleken, pusieron a prueba ambas teorías para descifrar qué es peor.

¿Qué es más perjudicial para la salud entre beber dos cervezas diarias o ingerir una gran cantidad de alcohol en una sola borrachera de fin de semana?
Dos médicos presentadores de la BBC, Christopher y Alexander Van Tulleken -mejor conocidos como Chris y Xand-, pusieron a prueba ambas teorías para descifrar qué es peor.
Ellos utilizaron para la prueba sus propios cuerpos en el programa de ciencia Horizon, transmitido por la BBC.
La prueba duró dos meses y ambos hermanos fueron asistidos por especialistas con experiencia en estudios sobre el consumo de alcohol del Hospital Royal Free en el Reino Unido.
Durante el primer mes los gemelos Van Tulleken limpiaron sus organismos para alcanzar condiciones aptas para realizar las mediciones posteriormente.
Luego de pasar el mes entero sin consumir ni una gota de alcohol se hicieron exámenes médicos que indicaban que sus hígados estaban suaves y saludables.
El doctor Chris inició el segundo mes bebiendo 250 mililitros de vino todas las noches. Mientras que su hermano Xand se tomaba 21 tragos de vodka en una noche al finalizar cada semana.
Las lecturas que se tomaron de la sangre de Xand unas horas después de estar dormido indicaron niveles que podrían causar la muerte por intoxicación etílica, según los especialistas.
Al día siguiente el médico no recordaba nada de la noche anterior.
Cuando finalizaron los dos meses los resultados científicos revelaron datos sorprendentes para los expertos:
A pesar de que Chris sintió que su hígado había regresado a su estado normal, se encontraba casi igual de deteriorado que el órgano de su hermano Xand.
Además justificaron que las guías, en el Reino de Unido, de 3 a 4 unidades de alcohol para un hombre como límite “saludable” deben ser revisadas, ya que las pruebas científicas no confirman la veracidad de esto.
Por otra parte se concluyó que los hígados, aunque pueden recuperarse, necesitan mucho más tiempo para hacerlo del que se pensaba.