Por Deutsche Welle |23 de octubre de 2020, 17:28 PM

El presidente Luis Lacalle Pou dijo que las fronteras de Uruguay permanecerán cerradas en el verano y advirtió que la Justicia perseguirá a quienes no cumplan la cuarentena luego de ingresar al país, tras el aumento de casos de COVID-19.

"El verano va a ser restringido y de fronteras cerradas", dijo el mandatario en conferencia de prensa, luego de reunirse con autoridades de la salud y los científicos que asesoran al gobierno para tratar el incremento de casos diarios de coronavirus registrado en las últimas semanas.

"Las fronteras van a estar básicamente cerradas salvo excepciones que ya se conocen y quizá alguna más", insistió, explicando que la decisión se tomó con vistas a lo sucedido en otros países. "Cuando se han abierto fronteras, en el relajamiento del turismo, países como Islandia que tenían pocos casos se dispararon", argumentó.

Controles más estrictos

Asimismo, recalcó que se reforzarán los controles sobre quienes entran a Uruguay, que actualmente permite el ingreso a nacionales, residentes o por temas laborales o familiares, entre otras excepciones.

Todos deben acreditar un resultado negativo de COVID-19 en un test realizado como máximo 72 horas antes y someterse a una cuarentena de siete días hasta realizar un segundo test, o bien extender la cuarentena a 14 días.

El problema es que muchos de los que ingresan no cumplen con ese confinamiento. Quienes "tienen que hacer cuarentena y no hacen van a ser llevados ante la Justicia", aclaró Lacalle Pou.

Uruguay, de 3,4 millones de habitantes, ha sido elogiado por su exitoso control de pandemia en un continente en llamas por los efectos del virus: registra 2.701 contagios y 53 muertes por la enfermedad.

Sin embargo, en los últimos días ha elevado el promedio diario de casos nuevos a 40, cuando en su mejor momento, a mediados de junio, llegó a tener varias jornadas de cero contagio. Las autoridades asocian el incremento a dos eventos sucedidos a fines de septiembre: la Marcha de la Diversidad, que reunió decenas de miles de personas en las calles, y las elecciones departamentales y municipales que se celebraron en todo el territorio.

Si bien el presidente insistió en el uso de tapabocas, distanciamiento físico y alcohol en gel, aclaró que la situación sanitaria está lejos de salirse de control.