Por Natalia Jiménez Segura |27 de enero de 2022, 10:19 AM

El Hospital San Juan de Dios está sufriendo las consecuencias de la nueva ola de COVID-19, atribuida a la variante Ómicron: este jueves a las 7 a. m. el centro médico reportó ocupación máxima en sus servicios. Además, hay casi 400 funcionarios incapacitados producto del virus.

La doctora María Eugenia Villalta, directora del hospital, aseguró que han detectado muchos pacientes en las salas de hospitalización "no COVID-19" con sintomatología, quienes, tras someterse a la prueba diagnóstica, salen positivos. 

Además, se han confirmado contagios en pacientes con procedimientos quirúrgicos programados, que deben ser tamizados como parte del protocolo previo a la operación. 

Salud reporta 660 pacientes internados en Costa Rica.

Ante esta situación, en el San Juan de Dios tuvieron que realizar un testeo masivo en los salones con casos COVID-19, identificando gran cantidad de asintomáticos, tanto trabajadores como asegurados.

“El incremento exponencial de casos en los últimos días ha sido preocupante. Hemos tenido que valorar la apertura de más salones para la atención de pacientes COVID, lo que disminuye la posibilidad de atención a pacientes con otras patologías”, indicó Villalta.

Hasta el momento, según datos de la Unidad de Salud Ocupacional, se contabilizan 396 funcionarios incapacitados por el virus, sobre todo enfermeros y médicos.

Esto generó que las acciones se concentraran en egresar a internados por estudios médicos, no calificados como emergencias, suspensión de visitas familiares y de distintas cirugías electivas previamente agendadas. La Caja Costarricense de Seguro Social valorará el ingreso posterior de esos pacientes en dos semanas, dependiendo del comportamiento epidemiológico.

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