Por AFP Agencia |19 de marzo de 2020, 10:10 AM

Una semana después de que Rudy Gobert diera positivo por COVID-19 y la NBA suspendiera súbitamente la temporada, varios equipos se apresuraron a someter a esta prueba a decenas de jugadores y empleados, levantando críticas en un país donde el ciudadano medio apenas tiene acceso al test.

"Los tests no deberían ser para los ricos sino para los enfermos", escribió el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, el martes en su cuenta de Twitter, un sentimiento compartido por muchas otras personas a través de las redes sociales.

El político demócrata reaccionaba así al anuncio del equipo NBA Brooklyn Nets de que cuatro de sus jugadores, entre ellos la estrella Kevin Durant, habían contraído el nuevo coronavirus.

"Les deseamos una rápida recuperación", dijo De Blasio. "Pero, con todo respeto, un equipo entero de la NBA no debería pasar el test de COVID-19 cuando hay pacientes críticamente enfermos esperando para hacerse la prueba", añadió.

La pandemia se expande por Estados Unidos al punto de que actualmente se han registrado más de 7.700 casos de contagio y al menos 118 muertos por el virus. Numerosos expertos han denunciado el gran retraso existente en la disponibilidad de las pruebas, el largo proceso para tener acceso a ellas y su elevado costo -que puede alcanzar los cientos de dólares- difícilmente asumible para una parte de la población, especialmente los alrededor de 30 millones de estadounidenses sin seguro médico.

"No estamos organizados para que la gente tenga fácil acceso a las pruebas como en otros países (...) Eso es un fracaso", dijo el director del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas, Anthony Fauci, al Congreso el 11 de marzo.

Pruebas en laboratorios privados

La tarde de ese mismo 11 de marzo, el comisionado de la NBA, Adam Silver, fue informado del primer caso de COVID-19 de un jugador, Rudy Gobert, cuando el equipo del francés, los Utah Jazz, ya estaban en la cancha de los Oklahoma City Thunder listos para comenzar un juego. Silver suspendió inmediatamente el partido y decretó un parón indefinido de la competición. 

Ninguna otra de las ligas estadounidenses había suspendido un solo partido antes de esa decisión, pero todas corrieron a parar sus temporadas en las horas siguientes a que lo hiciera la NBA.

De inmediato, el resto de jugadores y miembros de los Jazz fueron sometidos a pruebas y puestos en cuarentena. Lo mismo hicieron las otras franquicias que habían jugado contra ellos en los 10 días anteriores: Cleveland Cavaliers, New York Knicks, Boston Celtics, Detroit Pistons y Toronto Raptors.

En esos estudios se detectaron dos jugadores contagiados más: Donovan Mitchell, compañero de Gobert en los Jazz, y Christian Wood de los Pistons.

Otros cuatro miembros de los Brooklyn Nets, de los que solo se conoce la identidad de Durant, se sumaron después a la lista.

Tras el tuit del alcalde neoyorquino, los Nets emitieron un comunicado en el que defendían su decisión de examinar a su plantilla "después de que varios jugadores y otros empleados mostraron síntomas" de la enfermedad.

"Obtuvimos las pruebas a través de una compañía privada a la que le pagamos nosotros porque no queríamos afectar el acceso a los recursos públicos del CDC (Centro para el Control y Prevención de Enfermedades)", explicaron los Nets.

"Seguimos las directrices"

Los Oklahoma City Thunder, que también hicieron pruebas a sus jugadores y equipo técnico, dijeron el miércoles que tampoco usaron recursos públicos. Preguntado por la crítica de De Blasio, Adam Silver defendió el miércoles en una entrevista televisiva a todas las franquicias que decidieron hacer análisis a sus plantillas.

"Por supuesto que comprendo su argumento (...) la cuestión fundamental obviamente es que no hay suficientes tests", dijo el comisionado a ESPN.

"Solo diría, en el caso de la NBA, que hemos seguido las recomendaciones de las autoridades de salud pública", subrayó Silver, poniendo como ejemplo que los jugadores de los Jazz "tuvieron que seguir las instrucciones de un responsable sanitario de Oklahoma o de lo contrario "no les habrían dejado abandonar el vestuario".

"Entiendo desde el punto de vista de la salud pública por qué algunas personas están reaccionando de esta manera, pero nosotros hemos seguido las directrices", insistió Silver.

En total "ocho equipos completos se sometieron a tests, así como miembros de otros equipos que mostraron síntomas", dijo Silver, que detalló que dos de los siete jugadores contagiados "mostraron síntomas mientras que los otros permanecieron asintomáticos".

El miércoles, cuando un periodista de NBC le preguntó si consideraba "normal que los deportistas profesionales que no presentan síntomas puedan hacerse pruebas mientras otras personas no", el presidente Donald Trump respondió: "No, yo no diría eso, pero tal vez esa ha sido la historia de la vida".