Por AFP Agencia |16 de marzo de 2020, 10:12 AM

Un estadounidense que compró 17.700 botellas de gel desinfectante que pretendía revender en Internet finalmente donó su acopio después de que su historia, publicada en los medios, generó indignación y llevó a la justicia a abrir una investigación.

Matt Colvin, acostumbrado a las ventas en plataformas en línea, intuyó rápidamente el buen negocio por florecer al comienzo de la epidemia del nuevo coronavirus en Estados Unidos.

Así que, con su hermano Noah, compró miles de lotes de gel desinfectante y toallitas en supermercados de los estados de Tennessee, de donde es originario, y Kentucky.

Y ya había vendido parte de su mercancía en Amazon y eBay, consiguiendo una ganancia sustancial, cuando Amazon suspendió su cuenta advirtiéndole que la especulación era ilegal. Así que de golpe se encontró con un gran stock sin vender.

Mientras tanto, la propagación de COVID-19 ha provocado masivas compras nerviosas de geles desinfectantes y muchas tiendas en todo el país han sufrido desabastecimiento.

Su historia, que contó el sábado el New York Times, enfureció a los lectores, usuarios de Internet y autoridades ambos estados, en momentos en que el virus ha infectado a más de 3.700 personas en Estados Unidos y mató al menos a 68 personas.

"Nunca fue mi intención mantener suministros médicos esenciales fuera del alcance de las personas que los necesitaban", dijo al diario, al que contó que había recibido numerosas amenazas de muerte.

El domingo, el hombre donó dos tercios de su mercancía para que pudieran distribuirse gratuitamente en Tennessee, según el New York Times. Y tras perder su licencia de vendedor en Amazon y eBay, también se enfrenta a posibles demandas de los tribunales de Tennessee y Kentucky.

"No toleraremos la especulación de precios en estos tiempos de necesidad excepcional y tomaremos decisiones firmes para evitarlo", dijo el fiscal general de Tennessee, Herbert Slatery, en un comunicado.

Al igual que otros estados de Estados Unidos, Tennessee se declaró en "estado de emergencia" y prohíbe la venta a un precio excesivo de productos como alimentos, gasolina o equipos médicos.