Por Adrián Marín |6 de julio de 2020, 15:55 PM

La suspensión de seis ferias del agricultor, debido a la alerta naranja, dejó pérdidas por 900 millones de colones.

La suspensión se extendió por tres semanas en Desamparados, Pavas, Alajuelita, Pococí y San Sebastián. Por el poco tiempo de reacción, los vendedores no lograron colocar sus cosechas.

Según las estimaciones, cada semana se dejaron de percibir 300 millones de colones.

Tras una negociación entre el ministro de Agricultura, Renato Alvarado, y las autoridades sanitarias se logró el permiso para que todas las ferias operen de nuevo, sin importar la alerta que exista.

Los representantes de los productores hacen un llamado a la población para que asistan y los apoyen.

Los organizadores de estas actividades han tomado medidas para que los clientes compren tranquilos; por ejemplo, han colocado lavatorios con jabón y alcohol en gel.