Por Susana Peña Nassar |17 de abril de 2022, 8:00 AM

Daniel Salas se describe a sí mismo como un “enamorado de la salud pública”, dice que así ha sido desde que se graduó de la universidad. En ese momento, pensaba trabajar en el Ministerio de Salud únicamente por un año, ya que luego se dedicaría a la atención de pacientes. Sin embargo, sus planes cambiaron radicalmente: no solo se quedó laborando en esa cartera, sino que, años más tarde y sin buscarlo, se convirtió en el ministro que lideró la lucha contra la pandemia de COVID-19.

“La salud pública me robó el corazón y me quedé ahí. Desde entonces, no la he soltado”, confesó durante una entrevista con Teletica.com.

El doctor reconoce que extraña el “anonimato” que tenía antes de la emergencia sanitaria, pero agradece las muestras de cariño de muchos costarricenses. Aunque califica su gestión como positiva, insiste en que “si no tuviera ese equipo, el ministro de Salud no hace nada”. 

“Mientras Dios me dé salud, seguiré trabajando apasionadamente por la salud pública”, agregó el epidemiólogo, pocos días antes de dejar su cargo actual.

Este medio conversó ampliamente con Salas, quien analizó el papel que tuvo tras la llegada del virus SARS-CoV-2 a Costa Rica, y compartió el lado más humano de esta experiencia.

Ahora que pasó la parte más complicada de la pandemia, ¿ha podido realizar un análisis “en frío”? Si tuviera que autocalificarse, del uno al 10, ¿qué nota se pondría?

La pondría más cercana al 10. No quisiera dar un número exacto, pero sí creo que se ha hecho un trabajo muy responsable, muy comprometido. Yo, cuando asumí el ministerio, un factor muy importante para decidirme fue que yo sabía que teníamos un equipo de trabajo comprometido en las regiones, en el nivel central, en las áreas. 

Como todo, siempre hay oportunidades de mejora y tiene que estar sujeto a un proceso de mejora continua, pero que yo sabía, porque he trabajado mucho tiempo en el Ministerio de Salud, que tenía un equipo que iba a responder. Entonces, en realidad, yo diría que no es la nota solamente mía, sino la nota del Ministerio de Salud.

Cuando usted aceptó el cargo, ni siquiera le pasaba por la cabeza todo lo que iba a vivir con la pandemia del COVID-19. Si lo hubiera sabido, ¿lo acepta igual?

Es difícil decirlo, sabiendo todo lo que uno iba a pasar; pero yo creo que, el hecho de que uno haya trabajado mucho en el ministerio, que entiende perfectamente el rol rector y que también tiene todo un trasfondo de epidemiología, pues son cosas que tal vez quitan un poco de miedo. Claro que uno siempre va a tener ansiedad de un fenómeno que no ha ocurrido antes, pero yo creo que sí lo haría porque yo siento que el balance ha sido más positivo que otra cosa y, sobre todo, porque, como le digo, el Ministerio de Salud tiene un equipo muy bueno.

Si vuelve a ver hacia atrás, con toda la sinceridad, ¿algo que cree que pudo haber hecho mejor durante la pandemia?

Yo creo que todas las decisiones que se han tomado, en su momento, han sido basadas en la mejor evidencia, en los criterios de las personas más preparadas que tenemos en el país, con apoyo también de agencias como la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que tiene mucha experiencia en temas relacionados.

Lo que me hubiera gustado, tal vez, era haber tenido cosas previas, obviamente me hubiera encantado que tuviéramos, por ejemplo, una organización mejor a nivel subregional o regional, en la parte de provisión de insumos (kits de diagnósticos, equipos de protección personal), pero eso ya no se hizo.


Salud cierra este periodo con un plan articulado que permitirá atender emergencias futuras.


Ya me habló de la nota que se pondría usted y su equipo; pero, si tuviera que valorar a la población, ¿cómo cree que se comportaron los ticos durante esta pandemia?

Como en todo, habrá sectores o grupos que no representan el promedio del costarricense; pero yo creo que hubo un muy buen entendimiento, una muy buena adopción de las medidas y los protocolos sanitarios. En general, la población costarricense se ha comportado a la altura, creo que siempre tenemos que seguir trabajando en la educación sanitaria, en fortalecer los hábitos que nos llevan a tener mejores índices de salud.

Uno vio los comercios aplicando los protocolos, poniendo lavatorios, gente supervisando, cómo las comunidades se organizaban, las municipalidades, los comités locales de emergencia respondiendo, la Fuerza Pública, las empresas privadas colaborando, organizaciones no gubernamentales diciendo ‘aquí estamos’, la academia… Uno ve ahí el nivel de responsabilidad, visión, trabajo conjunto, de asumir un reto sin precedentes de la forma más responsable. 

¿Algo que usted tenía en el horizonte, antes de que viniera la pandemia, y no lo pudo realizar?


Internamente, me hubiera gustado trabajar mucho más en una filosofía, un procedimiento más claro para los funcionarios, de mejoramiento continuo: que constantemente se pongan bajo revisión los procedimientos que se están haciendo en diferentes direcciones, tanto a nivel nacional como regional y local, eso permite siempre estar retándonos para decir ‘existe esta oportunidad de mejora’. 

No es que esto no existe del todo, pero me hubiera gustado sistematizarlo más, como que se respirara, que cada día que entráramos al ministerio, todos los funcionarios, tuviéramos claro que es un día de mejora continua, un día para plantearnos qué podemos hacer mejor y revisar procedimientos, estandarizarlos, tener un poco más claro ese panorama de trabajo.

¿Qué queda pendiente y cómo se va a manejar en el proceso de transición al nuevo Gobierno?

Queda pendiente, muy importante, reforzar el esquema básico de vacunación contra COVID-19, que consiste en tres dosis. Lamentablemente, estamos viendo que se ha quedado un sector importante de la población, que es más de un millón de personas, que no se están apresurando, que no sienten un sentido de urgencia para aplicarse la tercera dosis.

Queda, obviamente, el uso de la mascarilla... un poco más. Estamos cerca de que podamos decir que, en ciertos lugares cerrados de congregación de personas, ya no va a ser obligatorio. Aunque yo sé que mucha gente va a seguir usándola porque se van a sentir más seguros; pero estamos cerca, estamos cerca.

¿Cuál fue el costo de la pandemia para usted, personalmente? Antes, su perfil era muy bajo…

No le voy a decir que no extraño, eventualmente, la parte del anonimato, ser un poco más anónimo; igual, al ser ministro mentira que uno queda en un nivel de anonimato completo, obviamente la relevancia que le da a la persona del ministro, como figura pública, es muy importante en una pandemia. Yo creo que eso es parte de las cosas positivas y no tan positivas, pues se sacrifica un poco la parte de tener una vida un poco más personal.

Sé que no son todas, pero muchísimas personas le agradecen a uno el trabajo que se ha hecho: yo siempre lo reconozco en nombre del equipo porque, como le digo, si no tuviera ese equipo, el ministro de Salud no hace nada.


Cuando deje el cargo, el ministro Salas espera recuperar sus rutinas de ejercicio físico.

¿Qué es lo primero que va a hacer el 8 de mayo cuando deje de ser ministro?

El asunto de recuperar anonimidad, diay, ya no se logra, ya no se puede (…) Yo lo que quisiera es sacar un rato de vacaciones, tratar de no pensar mucho en todo esto, ir dejando ese capítulo atrás, como algo que yo creo que se asumió con toda la intención de proteger y mejorar la salud de la población, y todo el compromiso que siempre nos ha caracterizado en el Ministerio de Salud.

Más que todo es pensar en unas vacaciones, descansar, relajarme, estar leyendo, haciendo otras cosas que sean no necesariamente de trabajo y, después, retomar el trabajo donde quiera que se retome.


Salas responde a la posibilidad de seguir en el cargo, en caso de que se lo pidan.

¿Cuál es el último mensaje del ministro Salas a todos los ticos?

Que, de verdad, los aprecio muchísimo. Yo quiero mucho a Costa Rica, quiero mucho a su población, creo que podemos llegar a niveles que no nos imaginamos; pero ese cambio está en nosotros mismos: no hay que esperar a que haya cambios desde afuera o desde las autoridades, el cambio lo podemos hacer nosotros y tenemos toda la capacidad de hacerlo.

Darle mi agradecimiento, mi reconocimiento por el apoyo a la gestión, los que lo han hecho, y decirles que vamos para adelante. Yo sé que tal vez algunos dicen ‘hubiera seguido de ministro’, no, no… El que siga, por favor, denle el apoyo, es importante que siempre depositemos esa confianza en las autoridades y que trabajemos por Costa Rica.

Si tuviera que dar un mensaje de pandemia, por favor, pónganse la tercera dosis los que no lo han hecho, o inicien los esquemas; pero, en realidad, el mensaje es de agradecimiento, de aprecio: ustedes se merecen eso y más: que siempre trabajemos, los funcionarios públicos, con todo el amor y compromiso por ustedes.


El último mensaje del ministro Salas a todos los costarricenses.