Por Eric Corrales |19 de mayo de 2021, 20:35 PM

El Colegio de Farmacéuticos de Costa Rica, se une al llamado para promover un mensaje de prevención y control de la hipertensión, especialmente en estos momentos en los que hay un aumento en los casos de COVID-19.

Precisamente, el 17 de mayo se conmemoró el Día Mundial de la Hipertensión, que tiene como propósito promover la concienciación y los esfuerzos para prevenir, diagnosticar y controlar la hipertensión arterial, enfermedad cardiovascular que es considerada el principal factor de riesgo para las personas que padecen de COVID-19.

Distintos estudios, entre los que destaca uno realizado por la Sociedad Colombiana de Cardiología y Cirugía Cardiovascular, sugieren que los pacientes que reciben IECA o ARAII para el tratamiento de enfermedades cardiovasculares crónicas pueden ser susceptibles a un mayor impacto de la infección por COVID-19.

Es por ello por lo que resulta fundamental que las personas extremen medidas de precaución y no se expongan al virus, que no se automediquen y que acudan de inmediato a un centro médico o a su especialista de confianza como el farmacéutico, esto en caso de presentar síntomas como fiebre, diarrea, tos y dificultades para respirar.

“En tiempos en los que nos enfrentamos a una pandemia, cobra mayor relevancia el que se prevenga y controle la hipertensión arterial, condición que es fácil de detectar y tratar. Estadísticas han revelado que solo el 50% de los adultos que presentan dicha afección son conscientes de su situación, mientras que solamente uno de cada siete de ellos recibe el tratamiento adecuado”, expresó el Dr. Luis Carlos Monge, farmacéutico y vocero del Colegio de Farmacéuticos.

Un artículo publicado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) expresa que la adopción de un modo de vida saludable y el tratamiento farmacológico efectivo pueden prevenir y controlar la hipertensión en la mayoría de las personas, si se implementaran de manera sistemática en la población.

La adopción de un modo de vida saludable y el tratamiento farmacológico efectivo podrían prevenir y controlar la hipertensión en la mayoría de las personas si se implementaran de manera sistemática en la población; en todos los entornos es posible aplicar intervenciones sencillas, que pueden usarse para mejorar la atención primaria.