Por Susana Peña Nassar |21 de noviembre de 2021, 11:30 AM

El doctor Mario Ruiz, gerente médico de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) se convirtió en una de las caras “cercanas” y “amigables” durante la atención de la emergencia sanitaria por COVID-19 en Costa Rica. 

Ese trabajo ha consumido su agenda y hasta le ha “pasado una factura” a nivel familiar, reconoció en una entrevista con Teletica.com; pero, sobre todo, lo mantuvo alejado de su gran pasión: la cirugía. El jerarca contó que su anhelo por regresar al quirófano es tan grande que hasta se ve operando en sueños. 

Ruiz dejará su puesto el próximo lunes 29 de noviembre. ¿Por qué irse ahora si la pandemia todavía no ha terminado? Él profundizó en las razones que lo llevaron a renunciar el pasado 9 de setiembre, hizo un repaso por los mejores y peores momentos de los últimos 20 meses y los nuevos retos que asumirá en los próximos días. 

A continuación, puede repasar la entrevista.

Le quedan pocos días frente a la Gerencia Médica y, en el momento de la renuncia, no pudimos ahondar en sus motivos. ¿Qué lo lleva a tomar esta decisión?, ¿está convencido?

Es una decisión pensada, planificada. De hecho, ustedes sabrán que yo presenté la nota de la renuncia el 9 de septiembre y planteamos a la Junta Directiva que la salida mía sería el 29 de noviembre para que hubiera tiempo de un proceso de transición. En ese momento, estábamos con uno de los picos más altos de casos, tanto en hospitalizaciones como en positivos; la idea era hacer un proceso lo más ordenado posible, el cual se ha venido realizando. Yo estaba en contacto con el doctor Álvarez (Randall Álvarez, actual director del Hospital de Puntarenas), que es el nuevo gerente médico, un excelente profesional; estoy seguro de que va a realizar un excelente trabajo y eso nos ha permitido ir poniéndonos de acuerdo, analizando datos analizando procesos. 

Pero sí, fue una decisión que, primero, analicé con mi familia, han sido tres años, más o menos tres años muy, muy, muy complejos, los cuales casi han sido años de pandemia. Eso, desde el punto de vista familiar, ha pasado una factura, definitivamente. Desde el punto de vista profesional, ustedes sabrán, yo soy cirujano: siempre lo he dicho, quiero volver a operar, ese es mi verdadero yo, me gusta salvar vidas, pero en el quirófano.

¿Su familia entiende la razón del cambio? ¿Está de acuerdo?

Usted asumió el cargo en abril de 2019. En ese momento jamás imaginó que iba a pasar por todo lo que ha pasado en este cargo...

No, jamás me lo imaginé. Sí sabía que la Gerencia Médica es una de las gerencias más complejas del país e implicaba todo un reto. De hecho, ha sido un reto que me ha enseñado muchísimas cosas. Ustedes recordarán que, en abril, entrando, fueron todas las huelgas de empleo público, donde en donde uno de los retos fue mantener la continuidad de los servicios en la institución. Fueron meses muy complejos (…) Durante esas huelgas pudimos poner en práctica muchísimas cosas que nos sirvieron para la pandemia, por ejemplo, comunicarnos virtualmente con los directores de los hospitales para ver qué necesitaban y quiénes podíamos ayudar para mantener la continuidad de los servicios, el habilitar diferentes funcionalidades en el EDUS, por ejemplo, la habilitación de que las de que los profesionales de salud puedan dar atención directamente sin pasar por la ventanilla, la coordinación para que los insumos no hicieran faltan en ningún sitio.

Terminando estas huelgas, fue cuando comenzamos a ver lo que estaba pasando en China, reunido de hecho con el doctor Quesada (coordinador del Centro de Atención de Emergencias y Desastres de la CCSS) decíamos ‘esto parece que es más complicado de lo que se ve. Recuerden ustedes que en esa época fue cuando Estados Unidos cerró, Europa cerró y lo que hicimos fue comenzar a planificar cómo íbamos a atender la pandemia. Yo creo que nadie se imaginaba lo que iba a pasar.

En algún momento, ¿discrepancias en el manejo de la pandemia o investigaciones como la del call center también lo motivaron a decir ‘esto no es lo mío’?

Personalmente, ¿cómo es el doctor Ruiz que llega en abril de 2019 y el que se va el 29 de noviembre de 2021?

Cuando llegué a la a la gerencia… Bueno, primero acabada de cumplir 40, creo que estaba entre 39 y 40. Creo que, si el Mario Ruiz de ahorita tuviera que hablar con el Mario Ruiz de ese momento, le diría ‘prepárese, la pandemia saca lo mejor de las personas, pero también puede sacar, a flor de piel, lo peor de las personas’. Entonces hay que estar muy preparado, trabajar en equipo como nunca, hay que apegarse siempre a los criterios técnicos, es algo súper importante que he aprendido durante la pandemia y en estos años. Le diría ‘aproveche a su familia porque el tiempo que pasa no se puede recuperar’. Eso le diría y también ‘prepárense para momentos muy complicados porque algo que yo creo que nunca voy a poder olvidar son los 33 compañeros que han fallecido en la atención de la pandemia o familiares de compañeros o pacientes que han fallecido. Uno que sí me impactó, personalmente, fue el doctor Solís (intensivista del San Juan de Dios).

Un sábado, muchos meses atrás, ustedes informaron por primera vez que había lista de espera en los centros médicos y que varios pacientes no pudieron ser atendidos. ¿Cómo recuerda ese momento? Ya no había nada que usted pudiera hacer para arreglar el problema…


¿Usted es consciente de que, en algún momento de la pandemia, en medio de todo lo negativo, fue la “cara amigable” que salió y le explicó a la gente, de la forma más fácil y sincera posible, lo que estaba pasando?, ¿cómo tomó la reacción de la ciudadanía?

Lo tomé como la mayoría de las personas, el 99% de las personas que me han escrito al Facebook o al Twitter lo que me han dicho son cosas bonitas. Entonces, lo tomé como una misión. En realidad, un día lo hablé con el equipo de trabajo, porque no soy solo yo, es todo un equipo que está detrás encargándose de que las cosas pasen, desde la Dirección de Comunicaciones hasta los que en estos momentos están contando las camas y los insumos. Un día me reuní con el equipo porque todos estábamos impactados, nadie estudia para tener una pandemia y recuerdo que definimos ‘Ok, esto es lo que nos tocó y entonces tenemos una misión en la vida y esa misión es salvar la mayor cantidad de personas posibles.

Ese día, yo creo que el equipo de trabajo asimiló lo que estábamos viviendo. De hecho, hicimos un chat que le pusimos Avengers porque era tanta la presión, desde el punto de la necesidad de atender a los pacientes, que lo definimos como una misión para tratar de salvar a la mayor cantidad de personas posibles y que nuestras familias estuvieran lo mejor posible.

Hasta memes le sacaron…

El otro día, un amigo me dijo que estaba de viaje y me mandó una foto de un “muñeco repollo”. Me dijo, ‘mirá, aquí estás’. En realidad, vieras que todo eso ha liberado estrés porque son memes muy respetuosos, la mayoría, y son vacilones, la verdad… Ya, por lo menos, tengo un meme.

Creo que es parte del ser costarricense… ¡Hasta mis hermanos! De hecho, yo me di cuenta de que ellos estaban pasando los memes en un chat que hicieron donde no estaba yo para que no los viera. Después dije, ‘no, métanme al chat’. 

Si en este momento ve hacia atrás, ¿qué hubiera hecho diferente?

Siempre hay cosas que se pueden mejorar, siempre. Si yo hubiera sabido que iba a pasar una pandemia, hubiera, desde el primer día que estuve en la gerencia, reforzado el primer nivel de atención. Hubiera hecho todo lo posible, hay una brecha a nivel nacional de, más o menos, 300 Ebáis, que son los que hacen falta. Entonces, un Ebáis debería atender entre 5.000 y 8.000 personas, hay algunos que están recargados. Si nosotros tuviéramos un sistema de salud donde haya más Ebáis y no existiera esa brecha, la pandemia sería menos complicada de manejar.

Ahora, ¿regresa al Hospital de Heredia?

Yo regreso como subdirector. Voy a comenzar otra vez a realizar cirugías, hacer guardias, a mezclar la parte clínica con la parte administrativa, que es lo que hacía antes. Tengo que volver a entrar a esos procedimientos quirúrgicos que me gustan tanto.

¿Qué tanto extrañó la cirugía?

Hasta me he soñado que estoy operando. He tenido sueños en donde pido una pinza y yo sé cómo se llama, en mi sueño sé cómo se llama; pero cuando la voy a pedir, la instrumentista me dice ‘dígame el nombre o no se la paso’. Y yo: ‘la que necesito’. Hasta me he soñado con eso, porque es algo que me gusta muchísimo. 

¿Eso le apasiona más que lo administrativo?

Bueno, sí, la cirugía en mi pasión y siempre lo ha sido, ser cirujano es lindísimo. Es llegar, pode ver a las personas por dentro, solucionar las cosas en el momento, dar seguimiento y no hay nada más gratificante que un paciente que se salva, es lo mejor que puede haber. Pero el puesto administrativo, en esta pandemia, me ha permitido también cosas muy gratificantes; por ejemplo, el llegar a esta tasa de vacunación y el ver como los casos van para abajo, también ha sido muy gratificante.