Por Luanna Orjuela Murcia |5 de marzo de 2021, 9:29 AM

Un año después de que se detectara el primer caso de COVID-19 en Costa Rica, Román Macaya, presidente de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), confiesa que la eventual saturación de las camas de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) le quitaba el sueño a todo el equipo.

“La posible saturación de camas UCI es lo que más ha desvelado a la institución, a todos los jerarcas. Realmente estuvimos muy cerca de eso a mediados de diciembre, donde llegamos un día a saturar por unas horas las camas UCI. Luego, afortunadamente, empezaron a bajar los casos y se pudieron acomodar pacientes que necesitaban camas. Pero esa realidad pudo haber sido muy diferente: aumentando y aumentando en una fase exponencial y hoy la realidad en términos de números de fallecidos sería mucho mayor si eso se hubiera dado. Así que diría que ese es el mayor susto que nos hemos pegado en esta pandemia”, le indicó a Teletica.com Macaya.

Ese temido día llegó el 19 de diciembre de 2020, cuando se agotaron los espacios UCI para pacientes críticos de COVID-19 y, por primera vez, "había fila" de enfermos esperando cama.  

Sin embargo, el colapso del servicio se resolvió en unas horas, luego de "estirar" al máximo los recursos disponibles. 

¿Cuál fue el aprendizaje más importante?

Sobre su mayor aprendizaje, el ejecutivo mencionó que es siempre estar listos porque consideran que en cinco años podría ocurrir otra pandemia como esta.

“Uno de los aprendizajes más importantes es que la realidad puede cambiar radicalmente en cuestión de meses, en diciembre de 2019 nadie se imaginaba el año 2020 que nos esperaba y no solo en Costa Rica, sino en todo el mundo. Entonces hay que estar siempre listos para eventualidades que llaman de cisne negro, que son de poca probabilidad, pero de altísimo impacto y tener lista la normativa, los equipos y la infraestructura para la próxima.

En los últimos 20 años el mundo ha sufrido saltos zoonóticos, de tres diferentes coronavirus, el SARS-CoV-1, MERS-CoV y SARS-CoV-2 y el H1N1. Estamos hablando de cuatro virus respiratorios con potencial pandémico. En promedio, uno cada cinco años. No va a pasar otro siglo antes de que enfrentemos otra emergencia nacional, hay que pensar que esto podría estar pasando en los próximos cinco años y por es tener claro que esas realidades se dan y tenemos que estar listos”, agregó Macaya.

¿Qué impulsó la CCSS para atender la pandemia?

Román Macaya enumeró varias acciones que realizó la CCSS durante el último año de pandemia. Destacan las siguientes:

Estrategia "Una sola CCSS", en la cual se aprovechó la estructura de la institución para tener un modelo flexible de atención de pacientes, donde mejor convenga atenderlos, independientemente de donde estén escritos. Se pudo canalizar pacientes de un hospital a otro sin convenios ni trabas.

La reconversión de Centro Nacional de Rehabilitación (Cenare) en Centro Especializado de Atención de Pacientes con COVID-19 (CEACO). La transformación del Hospital Psiquiátrico y de la Torre Este del Hospital Calderón Calderón Guardia.

Además, se demostró la gran capacidad de innovación, por ejemplo, la teleconsulta, que se volvió normal en pacientes COVID y no COVID.

El Expediente Digital Único en Salud (EDUS) sirvió para atender a pacientes en todo el país, sin necesidad de ir donde estuviera el expediente médico en físico. También se hizo la integración de los servicios de laboratorio al EDUS y el desarrollo de muchas aplicaciones para la atención de la pandemia.

Se desarrolló el Sistema Integrado de Vacunas, el Sistema de Control de Equipos de Trabajo, Modelos Predictivos Desagregados por Región Integrada de Prestación de Servicios de Salud para modelar las olas de pacientes que se podían esperar a nivel regional.

Además, la CCSS realizó la investigación sobre los sueros equinos y el plasma convaleciente, junto a la Universidad de Costa Rica. El desarrollo del estudio Respira.

Se fortaleció la interacción con la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), la Cancillería, el Ministerio de Hacienda, el Ministerio de Seguridad Pública y el Servicio de Vigilancia Aérea.